“Mi madre no sabe utilizar nada más que el whatsapp y con dificultad”, “sí, mis padres me preguntan mazo de veces cómo tienen que hacer con las redes sociales”. Estas son las cosas que nos cuentan adolescentes de entre 14 y 16 años que han participado en un estudio de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. Nueve de cada diez chavales tienen perfil propio en alguna red social y muchos desde los 12 años. 

Lo importante de este estudio es que por primera vez acota mucho las edades y se analiza el papel de la escuela. Y padres y profesores suspenden. “Los adolescentes perciben un escaso apoyo por parte de sus docentes y progenitores en general en sus actividades en Internet”, según el estudio “Perciben un mayor grado de asistencia por parte de madres y padres que de sus profesores”.

Eulalia Alemany, Directora técnica de la FAD explicaba que "los chicos valoran que las tics les facilitan mucho las tareas de la escuela, les ayuda a estar conectados con sus amigos, les ayuda la tecnología a organizarme la vida. Las figuras de referencia para ellos están muy alejados menos del 25% ha recibido formación sobre pensamiento crítico para valorar información que hay en Internet. Pero no hay que olvidar que  nadie nace aprendido, lo que podemos hacer es aprenderlo y es como cualquier otro ámbito de la vida un proceso de aprendizaje, y cuanto mejor lo hagamos mejor adaptación va a haber".  

Cuanto mejor lo hagamos mejor adaptación va a haber

El estudio revela que en la escuela lo utilizan para diseñar contenidos o sobre seguridad e interconexión. Sin embargo, adolecen de apoyo sobre pensamiento crítico y valoran negativamente que los profesores no lo usen para estar comunicados con ellos. Un dato importante es el que demuestra que hay diferencias entre los centros públicos y los privados o concertados. En estos últimos el alumno siente más apoyo en su proceso de alfabetización digital.

Y ese acompañamiento de padres y profesores, a de ser total, porque nueve de cada diez tiene un perfil propio en Internet. Lo usan, dicen, para sentirse integrados en su grupo, para que los demás les vean. Lo que peor llevan es que no reciban respuesta en las redes, y que si la reciben, ésta sea de rechazo. El 90% tiene su propio smartphone y lo usan sobre todo para escuchar música (75,6%) o consultar información (41,6%).

Y como se sienten solos, se buscan la vida. No siempre por el mejor camino. Reconocen que son autodidactas y que encuentran todo en tutoriales de Internet.

El estudio es fruto de la colaboración de la FAD con Google, y BBVA. Esta colaboración ha servido para hacer entrega de los premios Conectados a los 8 adolescentes premiados. La ministra Isabel Celáa ha sido la encargada de entregarlos. A través de la APP Conectados han participado más de 6.500 adolescentes.