El Adiro es uno de los medicamentos más usados y vendidos en nuestro país. En este sentido, existen una serie de riesgos relacionados con su consumo que se pueden hacer latentes a través de efectos secundarios.

La AEMPS clasifica estos efectos secundarios en varias categorías. Por un lado, están los conocidos como frecuentes, que afecta a 1 de cada 10 personas: hipoprotrombinemia, mareo, tinnitus, epistaxis, rinitis, trastornos gastrointestinales y abdominal, inflamación gastrointestinal o erupción cutánea.

Después está la categoría de efectos poco frecuentes, que afecta a 1 de cada 100 personas: anemia, hipersensibilidad, hematomas, congestión nasal, sangrado de las encías, erosión gastrointestinal, úlceras, insuficiencia hepática, trastornos en el hígado o urticarias.

También están los efectos adversos raros, que pueden afectar a 1 de cada 1.000 personas: anemia hemorrágica, reacción anafiláctica, sangrado en los músculos, perforación de úlcera gastrointestinal, incremento de los niveles de las enzimas del hígado e insuficiencia renal.

La receta del Adiro se realiza como medida preventiva para evitar infartos, trombos e ictus. En este sentido, se encuentra en el segundo puesto de los medicamentos más vendidos en las farmacias de nuestro país, al superar los 16 millones de unidades cada año.

Además, la AEMPS también pide que el tratamiento debe ser suspendido de forma inmediata si el paciente nota episodios de sordera, ruidos en los oídos o mareos. Además, como siempre que se consume un medicamento, es importante informar al farmacéutico o al médico de cabecera si se considera que los supuestos síntomas que puede padecer el paciente son graves.

Los errores de automedicarse

Recurrir a estos medicamentos en nuestro día a día es muy común, pero en es un error que todos cometemos porque no deben tomarse a la ligera. Según el 'observatorio del medicamento', un estudio elaborado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, la automedicación en España aumentó un 34% en el mes de abril, en relación con el año pasado.

Sin embargo, el porcentaje de automedicación también ha aumentado debido a la pandemia y los confinamientos, ya que "salíamos menos de casa y no íbamos tanto a la farmacia", tal como apunta Enrique Granda, director de este 'observatorio del medicamento'.

Asimismo, según la Sociedad Española de Neurología, el 50% de los pacientes que padecen cefalea o dolor de cabeza echan mano de estos analgésicos sin receta para encontrarse mejor. Además de una dependencia, abusar de estos medicamentos puede ser "peligroso" porque "es un antiinflamatorio que puede dañar el estómago".

Los efectos secundarios y la dependencia que pueden provocar los medicamentos son avisos que hacen primordial que los pacientes se informen bien sobre sus consumos. Por ello, siempre es importante recurrir a facultativos para que el consumo de estas sustancias se realice de forma adecuada.