El director del Basque Culinary Center: "El GOe va a ser un activo para la ciudad"

El director del Basque Culinary Center (BCC), Joxe Mari Aizega, ha presentado este miércoles en Madrid el proyecto del Gastronomy Open Ecosystem (GOe), el nuevo centro de innovación culinaria de San Sebastián, cuyas obras comenzarán la semana que viene.

"Va a ser un activo para la ciudad, con muchas actividades abiertas y los que aún tienen dudas se van a quedar tranquilos", ha dicho Aizega en rueda de prensa, en respuesta a la oposición surgida entre asociaciones de vecinos de Gros, el barrio donde se ubicará el centro.

Los responsables del proyecto han mantenido varias reuniones con ellos, la última de ellas el pasado lunes, para ofrecer detalles de la construcción, un edificio diseñado por el estudio danés Bjarke Ingels Group (BIG) que incluirá 1.500 metros cuadrados de zona verde y actividades abiertas al público.

"Los usos actuales se van a mantener al cien por cien", ha subrayado Aizega, que ha recordado que el plan de ordenación urbana del ayuntamiento donostiarra preveía el uso como equipamiento de ese espacio desde el año 2010.

El GOe será un espacio que integre formación de posgrado, investigación e innovación, incubadoras y aceleradoras de empresas y espacios de "coworking" relacionados con la gastronomía, ha detallado Asier Alea, director de desarrollo del BCC.

Entre sus objetivos de cara a 2030 ha destacado la creación de diez grandes alianzas con empresas líderes, la instalación de 170 emprendedores y empresas, la generación de 30 empresas emergentes, siete nuevos másteres de posgrado y que hayan pasado por ellos 300 estudiantes.

El centro, cuya inauguración está prevista en primavera de 2025, lo promueve el BCC, fundación sin ánimo de lucro creada en 2009 y compuesta por 16 patronos: un grupo cocineros, tres instituciones públicas, la Universidad de Mondragón y seis empresas privadas.

La inversión total asciende a 26 millones euros, de los que 18 millones han sido aportados por el Gobierno vasco, seis por la Diputación foral, la parcela ha sido cedida por el Ayuntamiento de San Sebastián y el BCC ha aportado dos millones.