Las conclusiones del informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático son una razón de peso para buscar soluciones sobre los usos del suelo en España, porque es un país muy vulnerable, según la directora científica del Basque Centre for Climate Change (BC3), María José Sanz.

Los científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) han dado a conocer este jueves tras varios días de discusión en Ginebra, un informe enfocado en los usos del suelo, "uno de los tres estudios especiales que elaborará el organismo antes de su sexto ciclo de evaluación que se presentará en 2021", según Sanz.

La experta que ha participado como editora del capítulo uno, ha explicado a EFE la importancia del estudio que pone de manifiesto las peculiaridades del sector con respecto al informe especial que apareció el año pasado sobre la importancia de mantener el límite de la subida de la temperatura global en un 1,5 grados.

El informe de 2018 "ponía sobre la mesa qué sendas podrían ponerse en marcha para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y el mantenimiento de la temperatura por debajo del 1,5 grados".

"España es un país muy vulnerable al cambio climático", ha insistido, y ha añadido que el uso de la tierra es un sector que ya está sufriendo impactos importantes", según Sanz.

"Los recursos hídricos en nuestro país son un tema importante por la sobreexplotación de las aguas subterráneas, lo que generará un problema a largo plazo con graves consecuencias".

Ha aseverado que es "fundamental proteger nuestros recursos como suelos, hídricos y otros, y no confiar tanto en que este sector nos va a dar grandes márgenes para mitigar el cambio climático, sino porque es muy vulnerable y no sabemos lo que podemos esperar".

Pero ve difícil la adopción de medidas en este sector porque "son políticas territoriales y siempre han sido complicadas de poner en marcha", ha sostenido, aunque cree que es prioritario hacerlo "y esto depende mucho de las políticas territoriales tanto a nivel estatal, autonómico o niveles más bajos de gobernanza".

Este informe "añade bastante información y evaluaciones respecto a este sector", según la experta del BC3, quien ha explicado que, además, pone de manifiesto que hay muchas otras prioridades aparte de la crisis climática, como frenar la desertificación y la degradación del territorio, que en algunas regiones se ha intensificado.

Ha sostenido que "cualquier opción que propongamos para luchar contra la emergencia climática tiene que tener en cuenta que ha de haber unas implicaciones en la producción de alimentos y por tanto. puede haber inseguridad alimentaria, es decir falta de alimentos".

Esto ya ocurrió hace unos años en Estados Unidos, ha manifestado, donde la producción de maíz para biodiésel generó un desabastecimiento en México por la subida del precio del alimento.

Por ello incide, "no podemos tener en cuenta estas opciones de forma aislada, sino considerarlas en su conjunto y de forma integrada" y pensar en los segmentos de población menos favorecidos.

Es necesario "producir alimentos con reducción de emisiones, entender qué impactos está teniendo el cambio climático en la agricultura y cómo adaptarnos a ello".

En España, ha dicho "se está observando cómo el viñedo se está viendo afectado por la crisis climática y por qué va a haber un desplazamiento de la distribución de ciertas especies vegetales, entre ellas la vid y el olivo".

Pero son actividades que generan emisiones en todas sus etapas, como el transporte de productos, por lo que María José Sanz piensa que es importante fomentar el consumo local para reducir la huella de carbono.