Sólida actuación de Curro Durán que corta una oreja y le niegan la segunda en Sevilla

Álvaro R. Del Moral

La novillada con picadores celebrada esta noche en la plaza de la Maestranza, cuarta de las programadas en el abono sevillano, se ha saldado con el triunfo del novillero utrerano Curro Durán que ha cortado el único trofeo de una noche aunque también mereció obtener la oreja del cuarto, absurdamente negada por el palco.

Curro Durán, que ya suma una década en el escalafón de novilleros con picadores, logró dar una sólida imagen con el primero de la noche, un ejemplar noble pero remiso al que acabó toreando con firmeza de plantas y trazo rotundo, especialmente con la mano izquierda. La espada entró a la primera y aunque el toro se amorcilló no impidió que cortara una merecida oreja.

Con el cuarto, un utrero de nobilísimo pitón izquierdo, volvió a brillar en una cadenciosa y templada faena dictada al natural con la que redondeó una buena tarde de toros. Los lentos muletazos, culminados con una serie de ayudados, se remataron con un metisaca atravesado y una fulminante estocada que valían una nuevo trofeo que el palco, incomprensiblemente, negó.

Diego García, de San Sebastián de los Reyes, se presentó en la plaza de la Maestranza con una faena fundamentada en un macizo toreo al natural que se acompasó a la potable pero declinante embestida del segundo, un animal que ya había cantado su flojedad en el caballo y que acabó muy rajado.

Le quedaba el quinto, un utrero sin raza ni clase, de embestidas cansinas, con el que porfió en una larga, voluntariosa e infructuosa labor -brindada a Paco Ojeda- que no podía ir a ningún lado.

Daniel Medina, vallisoletano y también debutante, lidió un tercero con un gran fondo de calidad que acusó demasiado el fuerte castigo que había recibido en el caballo. Medina se empleó en una faena intermitente y discontinua que no terminó de encontrar el acople con su enemigo. Con el sexto, un ejemplar de embestida remisa, sosa e informal, no llegó a concretar nada..

FICHA DEL FESTEJO.- Seis novillos de Fermín Bohórquez, bien presentados. Noble y algo remiso el primero; blando y de más a menos el segundo; tuvo calidad el tercero; nobilísimo por el pitón izquierdo el cuarto; sin clase ni raza el quinto e informal y soso el sexto.

Curro Durán, oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras fuerte petición.

Diego García, ovación y ovación.

Daniel Medina, ovación y ovación.

En cuadrillas, Curro Javier saludó tras banderillear al cuarto.

La plaza registró menos de media entrada en tarde noche calurosa. EFE

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