‘Orgullito’, el toro de Garcigrande indultado por Julian López, el Juli, el pasado 16 de abril ha fallecido, tras una pelea con otra res, en la dehesa Alaraz, la finca salmantina de la ganadería que dirige el ganadero Justo Hernández. 

Hernández ha confirmado a Efe la muerte del animal que había sido destinado a servir como semental después de obtener el perdón de su vida en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla 

El toro estaba marcado con el número 35, dio 528 kilos en la báscula antes de su lidia y había nacido en la dehesa charra de la familia Hernández en diciembre del 2013.

‘Orgullito’ había sido sorteado y enlotado para saltar al ruedo en quinto lugar para ser lidiado por el Juli que esa tarde compartía cartel con Enrique Ponce y Alejandro Talavante. 

El Juli ya había cortado las dos orejas al segundo de aquella tarde pero acabó cuajando una gran faena, de ritmo e intensidad crecientes que acabó prendiendo la solicitud del perdón de la vida del animal en el público que llenaba los tendidos de la plaza de Sevilla. 

José Luque Teruel, presidente de aquella tarde, acabó sacando el pañuelo naranja que decretaba el indulto del toro.

‘Orgullito’, que recibió las primeras curas en los propios corrales de la plaza de la Real Maestranza, fue trasladado la misma noche de su lidia a la finca de los Hernández para ser intervenido más a fondo de las heridas, de los puyazos y arponazos de las banderillas. 

El toro, que se había repuesto perfectamente, estaba destinado a ser semental en la vacada salmantina, para comprobar la calidad de sus escasos productos habrá que esperar cuatro años.

El animal pertenecía a una familia de creciente importancia en la casa ganadera y era hijo de la vaca ‘Orgullita’, que a su vez había sido madre de otro toro indultado en Albacete por Roca Rey en 2017.

‘Orgullito’ era el tercer toro indultado en la historia reciente de la plaza de la Maestranza, el primero fue ‘Arrojado’, un boyante toro de Núñez del Cuvillo al que toreó José María Manzanares en la Feria de Abril de 2011, la vida productiva del animal también fue corta y falleció en la dehesa ‘El Grullo’ poco tiempo después. 

Sí permanece vivo y padreando en el campo cacereño el toro ‘Cobradiezmos’, el ejemplar de Victorino Martín que también obtuvo el perdón de su vida y al que cuajó Manuel Escribano en el ciclo abrileño de 2016.