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Juan Luis Fraile, la apuesta torista para cerrar el mes de julio en Las Ventas
Ya están desembarcados los astados que serán lidiados este jueves por Rubén Pinar, Rafael Cerro y Raúl Rivera, que confirmará alternativa.

Uno de los toros de Juan Luis Fraile en los corrales de Las Ventas
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La ganadería de Juan Luis Fraile representa uno de los patrimonios más genuinos y fieles del tronco santacolomeño, conservando de manera directa la línea de Graciliano Pérez-Tabernero Sanchón, quien en los años veinte del siglo pasado configuró su vacada a partir de reses del Conde de Santa Coloma. A diferencia de otras ramas del mismo encaste, como la de Buendía, más asociada al componente saltillo, en el caso de los "gracilianos" de Fraile predomina claramente la rama ibarreña.
El hierro llegó a la familia Fraile en la década de los setenta, fruto de la adquisición que realizaron los hermanos Juan Luis y Nicolás Fraile de la parte del hierro de Graciliano que había quedado en manos de su viuda, Doña Trinidad Nogales. Una operación que incluyó la ganadería y el hierro original, y que permitió a los Fraile conservar intacta esta línea tan característica.
En cuanto a su morfología, los toros de Juan Luis Fraile se diferencian por su mayor alzada, un esqueleto más poderoso y cornamentas desarrolladas, en contraste con otros "gracilianos" de ramas colaterales como los de Alipio Pérez-Tabernero o los que terminaron en la marisma gaditana en manos de José Escobar.
Pero si algo define a este hierro es su comportamiento desafiante y encastado. Los toros de Fraile suelen presentar un carácter indómito, con un nervio enraizado que exige siempre el máximo del torero. Una ganadería para el aficionado exigente, que busca emoción y autenticidad en cada embestida.