Galdós pone la luz en Cali en una tarde de viento y toros deslucidos

La segunda corrida de abono en la Feria de Cali ha dejado una sensación contenida, donde el viento y el pobre juego del ganado jugaron en contra. La experiencia y capacidad de los toreros fue lo que permitió sacar algo en limpio de un festejo que no ha terminado de tomar vuelo.

Las expectativas para la tarde eran altas, especialmente tras el notable encierro de Campo Real en la edición pasada. Sin embargo, en esta ocasión el conjunto ha tenido menos brillo, con una corrida escasa de presentación que ha ofrecido pocas opciones de lucimiento a los diestros.

Galdós, la luz de la tarde

Joaquín Galdós ha firmado lo más destacado de la función. Su primer toro, aunque justo de todo, le ha permitido hilvanar una faena templada, brillando especialmente por el pitón izquierdo. El peruano ha ido construyendo su labor desde la suavidad hasta la exigencia, lo que le ha valido una oreja tras una media estocada.

En su segundo turno, con el quinto de la tarde, las condiciones no fueron tan favorables. El molesto viento que sopló durante toda la corrida y la embestida irregular del toro complicaron la lidia. A pesar de todo, Galdós ha dejado pasajes de firmeza, aunque la obra no ha terminado de redondearse, siendo finalmente ovacionado por el público.

La disposición no fue suficiente

El torero Román se ha topado con un primer toro sin transmisión, reservón y apagado, lo que ha impedido cualquier atisbo de lucimiento. Con el cuarto de la tarde, que salió con cierta viveza, ha podido realizar un breve pero vistoso quite por collejas junto a Galdós. Aunque ha intentado apostar por la distancia, el toro se ha desfondado pronto y su disposición no ha bastado, viendo su labor empañada además por el mal manejo de la espada.

Por su parte, Javier Zulueta ha lidiado un tercer toro que pedía una técnica precisa y un planteamiento claro, pero la faena no ha llegado a cuajar más allá de algunos detalles sueltos. Con el sexto, un animal con movilidad y complicaciones, el sevillano no ha llegado a confiarse. Este último toro incluso ha llegado a prender a Anthony Dixon sin consecuencias graves, y Zulueta ha terminado la lidia con un conjunto desdibujado y sin acierto con los aceros.