En la mañana de este viernes 4 de marzo ha fallecido el carismático diestro Manuel Amador Correas, iniciador de una estirpe torera de gran calado y repercusión tanto dentro como fuera de Albacete. De esta forma, junto a Manuel Amador, padre e hijo, encontramos a los matadores Sebastián Cortés, su hijo Antón, y al también diestro Manuel de Paz.

Desde COPE nos unimos al pésame a toda la familia y amigos de uno de los nombres propios de la tauromaquia albacetense. Del archivo de José Vicente Temes, su hijo Manuel Temes rescata un artículo de 2015 publicado en “El Albero” de Albacete a modo de sentido homenaje. Descanse en Paz.

MANUEL AMADOR CORREAS
50 AÑOS DEL GITANO DE LOS OJOS VERDES
Por Manuel Temes

En casi todas las temporadas surge un torero al que llaman revelación y que pasa de estar casi en el anonimato a actuar en todas las ferias con las máximas figuras del momento. Hace ahora más 50 años, fue un torero albaceteño el que ocupó ese lugar. Manuel Amador había nacido en Jumilla por circunstancias de la guerra civil que asoló España, pero desde niño vivió en Albacete de donde se le ha considerado siempre. El año 1958 había vestido su primer traje de luces en Albacete, y justo un año después debutó con picadores en Cartagena. En los cinco años que siguieron consiguió actuar en más de sesenta novilladas, hasta llegar al año 1963 en el que un final de temporada con éxitos de gran calado en Sevilla y Barcelona lo catapultaron a la alternativa en 1964 en el Corpus sevillano. Pese a triunfos muy importantes en plazas como Palma de Mallorca, Vitoria, Barcelona, no pasó de una docena de corridas en ese primer año como matador.

Y al comenzar 1965, la casa Chopera lo anunció el Domingo de Pascua en Benidorm en un cartel de lujo junto a Manuel Benítez “El Cordobés”. Un gran triunfo del torero gitano, animó a los “Chopera” a ponerlo de nuevo en Tenerife, Valencia y Mallorca, respondiendo el torero con tres nuevos éxitos clamorosos que hicieron que al surgir una sustitución en la feria de San Isidro, no dudaran en anunciar su confirmación de alternativa el 24 de mayo del año citado, con Curro Romero de padrino en presencia del “Cordobés” . Cuando el gitano se iba por la Puerta Grande después de cortar orejas a sus dos toros ya no había duda de cuál era el torero del año. Y así lo entendieron las empresas que lo anunciaron en todas las ferias importantes de nuestro país y de Francia.

Lamentablemente Manuel Amador no ha tenido ningunasuerte con los toros, y ya desde ese mismo año pudo comprobarlo al perder muchas corridas contratadas por los graves percances sufridos en Barcelona el 1 de julio y en Dax en su feria de agosto, que lo tuvieron parado mucho tiempo en los meses más taurinos, cuando tenía corridas contratadas prácticamente a diario, no pudiendo pasar al final de cuarenta corridas.

Pero los aficionados que lo vieron hace cincuenta años, aún recordarán la extraordinaria clase de este gitano, uno de los mejores toreros salidos de Albacete, que hizo proclamar a un conocido crítico de la época aquello de “Tenemos un nuevo gitano de ojos verdes” recordando al inolvidable Joaquín Rodríguez “Cagancho”. Ha pasado más de medio siglo.