TOROS ÍSCAR
Excelso toreo de Pablo Aguado, a hombros con Emilio de Justo en Íscar (Valladolid)
Pepe Estévez
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Pepe Estévez
Emilio de Justo y Pablo Aguado, que han cortado tres orejas cada uno, han sido los triunfadores de la corrida de toros celebrada este domingo en Íscar (Valladolid), en una tarde en la que Darío Domínguez, que tomaba la alternativa, paseó un trofeo en el toro que cerraba festejo.
Pablo Aguado se destapó en el tercero con la faena de la tarde y de la feria ante un ejemplar excesivamente anovillado, burraco, que sacó la cualidades de su procedencia Osborne, embistiendo humillado y con una clase excelente, aunque, eso sí, la suerte de varas fue un simulacro.
El sevillano firmó una gran obra, un monumento al toreo al natural, a cámara lenta, con las yemas de los dedos, toreo de compás y armonía.
El quinto empujó en varas, un toro con mayor remate que sus hermanos, sin embargo llegó al último tercio con claudicante embestida. Muy por encima Aguado, lo mantuvo toreándolo a media altura sobre la diestra. Al natural dejó algunos pasajes de bella factura. Le faltó toro al sevillano. Excesivo resultó el doble trofeo.
Emilio de Justo no había pasado de correcto en el segundo, en un trasteo tan templado como falto de apreturas y la figura excesivamente rígida. No se confió el de Torrejoncillo con un animal manejable pero falto de entrega y clase.
Se desquitó con el cuarto De Justo firmando buenos pasajes al natural, rematados con pases de pecho de pitón a rabo. También se gustó toreando sobre la diestra a un toro noble y con recorrido, dentro de una faena de menos a más, abrochada con una postrera tanda de rodillas antes de dejar un espadazo hasta las cintas, saliendo el toro rodado sin puntilla.
Muy digno Darío Domínguez con Tarzanillo, el toro de la alternativa, manso de solemnidad pero que sacó nobleza. El toricantano intentó sujetar las continuas huidas del de Garzón a la salida de cada muletazo. Entonada faena en la que se mostró tranquilo, sin los lógicos nervios del momento.
Con el que cerraba plaza, de blanca mazorca, el más serio de un desigual encierro, inició Darío Domínguez la faena a media altura. Voluntarioso, hizo el esfuerzo frente a un animal complicado, sin recorrido, ni fuerza y ni entrega. Oreja cariñosa.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Garzón Valdenebro, muy desiguales de presencia y de juego variado, nobles pero justos de raza y de fuerza, destacando el tercero, con mucha clase, el cuarto, con recorrido. Complicado el deslucido el sexto.
Emilio de Justo, de tabaco y oro: pinchazo y estocada tendida, caída y atravesada (oreja); estocada (dos orejas).
Pablo Aguado, de azul marino y oro: metisaca y estocada caída (oreja); estocada desprendida (dos orejas).
Darío Domínguez, de blanco y oro, y que tomaba la alternativa: dos pinchazos y tres descabellos (vuelta tras aviso); dos pinchazos y descabello (oreja).
Entre las cuadrillas destacaron Titi Agudo picando y Javier Ambel en banderillas en el sexto.
La plaza registró algo más de media entrada.