De nuevo con escaso público en los tendidos, por los chiqueros del coso de Pignatelli volvió a salir un sexteto de toros de impecable presencia, con mejores hechuras y sin el excesivo volumen de los de la tarde anterior pero ofreciendo también muy escasas opciones de triunfo a los toreros.

A los serios y finos "murubes" salmatinos les faltó en conjunto la suficiente entrega, sin ese motor de la verdadera bravura que empuja a perseguir los engaños con ese celo que les faltó a casi todos los lidiados hoy en el coso zaragozano.

Tanto David Galván como Jorge Isiegas se esforzaron en aportar la emoción que no pusieron sus enemigos, solo que, bien por sus fallos con los aceros o porque a las faenas les faltó mayor concrección, ambos se quedaron sin la que hubiera sido una merecida recompensa.

Galván intentó meter en la muleta a un primero de la tarde que ya marcó la pauta del sexteto, pues apenas humilló en unas medias arrancadas que el diestro gaditano supo manejar en una faena bien compuesta, con firmeza de plantas y con detalles de calidad, que no remató bien con la espada.

Con el cuarto se vio aún más centrado y más pausado al torero de Algeciras, que manejó perfectamente los tiempos y los espacios para sacar muletazos con relajo y buen gusto, a pesar de que el de Castillejo, con casi 600 kilos de peso, apenas remataba los embroques. Pero, con todos esos méritos, la faena no acabó de tener conexión con el tendido.

El tercero añadió como defecto a su falta de raza unas oleadas rebrincadas y sin clase ante las que Jorge Isiegas apostó de verdad, fajándose con firmeza para someter y hacer moverse al animal más allá de donde quería, que no era muy lejos, en las apenas tres tandas de muletazos que aguantó.

Las ganas del joven zaragozano fueron patentes también con el sexto, solo que este, el más astifino, se negó del todo a seguir la muleta, no tanto por falta de raza sino de ganas, con una actitud reservona y negada que impidió a Isiegas "puntuar" en una tarde decisiva en el arranque de su carrera.

Con todo, el lote más potable de la corrida correspondió en el sorteo matinal a Álvaro Lorenzo, que se encontró con un segundo que se movió al menos con nobleza y sin exigencias y un quinto, basto y voluminoso, que se empleó y descolgó los pitones más que todos los demás.

Pero, a pesar de disfrutar de unas más claras opciones, el diestro toledano aplicó, indistintamente, un toreo tan correcto como despegado y liviano, extendido en unas faenas tan largas como inexpresivas y sin verdadera apuesta.

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FICHA DEL FESTEJO

Zaragoza, domingo 24 de abril de 2022. 2ª de Feria. Unos mil espectadores.

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Toros de Castillejo de Huebra, de seria presencia, con cuajo y pitones, aunque con finas hechuras. En conjunto, de escasa entrega y poco empuje por falta de raza. Los de más opciones, con más fondo y empleándose más tras los engaños fueron segundo y quinto.

David Galván, ovación y ovación.

Álvaro Lorenzo, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Jorge Isiegas, silencio tras aviso y silencio tras aviso.