Enrique Ponce lidió como primero un astado muy justo de todo. De fachada, de fuerza y de casta. El valenciano tiró de paciencia para ir levantando un trasteo presidido por el temple y el oficio en el que molestó el viento. Paseó una oreja tras un espadazo efectivo.

El cuarto tuvo grandes dosis de nobleza y clase, que fueron aprovechadas por Ponce para firmar un trasteo de limpio trazo y elegantes maneras. Un pinchazo hondo trasero y un golpe de descabello le hicieron merecedor de un dadivoso doble trofeo.

El Fandi tuvo enfrente a un segundo flojo y descastado al que le dio fiesta en todos los tercios. Fácil en banderillas, el granadino tiró de efectismo y toreo de cara a la galería para llegar a los tendidos, que le recompensaron con un trofeo tras una volapié certero.

Hasta cuatro pares de banderillas colocó El Fandi entre el regocijo del público. Después, con la muleta, volvió a dejar un trasteo de escaso reposo pero muy efectivo. Cortó dos orejas tras otra estocada.

El tercero fue un animal brusco y sin entrega con el que salió a flote el buen momento de forma de Emilio de Justo. El torero extremeño mostró su sitio y determinación para ir sometiendo al toro de Román Sorando. Las todas surgieron reunidas y emocionantes por ambos pitones. La estocada, volcándose sobre el morrillo, valió la oreja que paseó finalmente.

El toro que cerró plaza fue un animal aquerenciado con el que Emilio tiró de raza para sobreponerse a la condición de su oponente. Dejó una estocada pero el descabello se llevó la posibilidad del trofeo.

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FICHA DEL FESTEJO

Baza (Granada), sábado 12 de septiembre de 2020. Un cuarto de plaza con restricciones de aforo.

Toros de Román Sorando, de terciada presencia y pobres pitones. Conjunto bajo de raza pero manejables en distintos grados.

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Enrique Ponce, oreja y dos orejas.

El Fandi, oreja y dos orejas.

Emilio de Justo, oreja y silencio.