Dos orejas y puerta grande para la sutileza de Juan Ortega en Colmenar Viejo

La corrida del Conde de Mayalde que cerraba este martes la feria de Colmenar Viejo dejó sensaciones contrapuestas: las buenas hechuras y el buen aire de muchos toros contrastaron con la falta de raza y fuerza que acusó el conjunto. Entre ellos, destacó el cuarto, de gran importancia, que permitió a Manzanares acercarse a su mejor versión, y el segundo, con el que Juan Ortega bordó una faena de enorme expresión que fue lo más rotundo de la tarde. 

El abreplaza, serio y rematado, perdió las manos demasiado pronto, condicionando toda la lidia. José María Manzanares lo sostuvo con mimo, cuidándolo a media altura y dejando algún natural suelto antes de una estocada baja. Pero aquello fue más un simulacro de faena que otra cosa.

Muy distinta fue la historia con el cuarto, de expresión armónica y codiciosa embestida. El alicantino firmó pasajes de gran torería y cambios de mano de auténtico cartel, refugiado en los adentros por el viento. Pinchó antes de dejar una estocada corta antes de pasear un trofeo.

El sevillano Juan Ortega cuajó uno de los momentos más brillantes de la feria con el segundo toro. Lo saludó con verónicas de ensueño hasta los medios y un quite por tafalleras muy torero. En la muleta, aprovechando la despaciosa embestida de su oponente, templó y ligó muletazos de gran suavidad y compás, redondeando la faena con tres arrucinas y un natural ligado que puso a muchos en pie. Cerró con una estocada efectiva para pasear dos orejas. 

Al quinto, más deslucido y probablemente tocado, lo toreó con armonía a ratos y lo mató con decisión. 

Pablo Aguado se midió al tercero, un toro de embestida irregular y exigente, en una faena en la que el viento fue un rival añadido. Hubo temple y naturalidad, aunque la espada le privó de premio.  

Con el sexto, fino de hechuras, quiso imponer su concepto fácil y personal. Cuando le dio distancia surgieron muletazos de calidad, pero sin lograr continuidad. Dos pinchazos y estocada. De nuevo fue silenciado.