La situación para muchos profesionales del mundo del toro está comenzando a ser agónica. Tras cancelarse de facto la temporada taurina con la llegada del estado de alarma por culpa de la pandemia, estos toreros, novilleros, subalternos, picadores y mozos de espadas han quedado sin ningún tipo de ingreso económico.

Pese a que el presidente del Gobierno prometió que en esta crisis “nadie se va a quedar atrás”, lo cierto es que los profesionales del mundo del toro no están recibiendo el mismo trato que el resto de trabajadores relacionados con el mundo de la cultura.

Así, COPE ha tenido acceso al correo electrónico que prueba que el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) está denegando las prestaciones económicas a los artistas taurinos, en concreto al de un subalterno encuadrado en las filas de una primera figura del toreo actual, tras la correspondiente solicitud presentada bajo el modelo que ha enviado la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros de España (UNPBE)a sus asociados.

La Unión de Toreros denunciaba recientemente que, pese a este rechazo del SEPE, el Real Decreto Ley 17/2020 establece una prestación extraordinaria por desempleo a "aquellos trabajadores que, como consecuencia de la crisis sanitaria derivada del COVID-19, no puedan continuar realizando la actividad laboral que dio lugar a su inclusión en el Régimen General como artistas en espectáculos públicos".

Según la Unión de Toreros, los matadores de toros y el resto de profesionales taurinos se consideran dentro de tal categoría al tener reconocida legalmente la condición de "artistas" en el artículo 1.3 del Real Decreto 1435/1985 de 1 de agosto, "como lo confirma una reiteradísima jurisprudencia".

Algo que no está teniendo reflejo en la consideración que este Gobierno está dispensando a todos aquellos cuya profesión está relacionada con la Tauromaquia.

Esta circunstancia se une a la falta de respuesta del Gobierno a los 37 puntos enviados por la Fundación del Toro de Lidia al Ministerio de Cultura para reactiva la industria taurina o la falta de políticas concretas del Ministerio de Agricultura a las propuestas de la Unión de Criadores de Toros de Lidia.

Un Gobierno que, por boca de varios de sus miembros se ha mostrado contrario a esta disciplina cultural. Desde las pasadas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, diciendo que era partidaria de prohibir “los toros y la caza”, a las más recientes del Vicepresidente Segundo, Pablo Iglesias, en las que decía que le “incomoda” que se reivindiquen los toros como cultura.