Demostración de capacidad y de gran toreo de Fortes en Sacedón (Guadalajara)

Una demostración en todos los órdenes, de capacidad y de toreo grande, fue lo que hizo este sábado el malagueño Jiménez Fortes en la localidad alcarreña de Sacedón, donde salió a hombros junto a Ángel Puerta y la novillada Carla Otero, que paseó un rabo tras una sorprendente y grata actuación.

Fortes fue el que marcó las diferencias de la tarde. Y más que por los trofeos que paseó, fue por la gran dimensión que ofreció, la pureza y la autenticidad de sus formas, lo que le convierte, sin lugar a dudas, en uno de los toreros más interesantes de la actualidad, pese a que las empresas no acaben de enterarse.

A su primero, un cinqueño pasado de serias hechuras, lo toreó con elegancia de capote antes de cuajar una faena de muleta de notable aplomo, firmeza de plantas y buena compostura sobre ambas manos. Lástima que el animal echara pronto la persiana y también el pinchazo previo al estonozaco final, lo que redujo el premio a una sola oreja.

Con el cuarto, un toro muy justo de fuerzas y de escaso fondo, anduvo muy templado y haciéndolo todo a favor de obra, muy de verdad, con mucho tacto y precisión, y hasta gustándose por momentos, y eso que no era fácil por la poca entidad del de Enrique Ponce, al que robó naturales sueltos simplemente extraordinarios.

Faena para aficionados, de mucho contenido y de una dimensión de torero grande, premiada con otra oreja de ley.

Ángel Puerta dejó pasajes de muy buen corte ante su primero, un toro noblote pero que nunca iba metido a los engaños, y al que mató mal, lo que hizo que el balance quedara en una ovación con saludos. Y dos orejas, la segunda muy generosa, paseó del cuarto, el mejor toro de la tarde y al que cuajó una faena en la que también firmó momentos de gran entidad por lo despacio que toreó y el gusto que demostró.

Carla Otero cuajó pasajes más que estimables ante un primero de su lote que tendió siempre a rehuir la pelea. La quietud de plantas, la serenidad, el temple y la buena voluntad fueron los mimbres de una labor premiada con un trofeo.

Y dos orejas y rabo paseó del buen sexto por una faena en la que volvió a mostrar una gran imagen de firmeza y actitud, y también de una gran proyección por lo bien que quiere hacer las cosas. Y como además tuvo oportuna rúbrica con la espada para ella fueron los máximos trofeos de un utrero premiado con al vuelta al ruedo.

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros y uno novillo (3º) de Enrique Ponce, serios y bien presentados los toros y más desigual de todo el utrero, y de juego también variado, aunque con el denominador común de la falta de raza. Destacó el cuarto. El sexto fue otro utrero de Martín Carrasco, de nombre "Caracol", premiado con una vuelta al ruedo en el arrastre.

Fortes, oreja y oreja.

Ángel Puerta, ovación y dos orejas.

La novillera Carla Otero, oreja, y dos orejas y rabo.

En cuadrillas, buena brega de Víctor Hugo Saugar en el tercero.

La plaza prácticamente se llenó en tarde veraniega.