En 2011, la capital ecuatoriana, junto con otras decenas de municipios del país, prohibió la muerte del toro en las corridas, tras celebrarse una consulta popular en la que ganó la opción de prohibir los espectáculos que tuvieran como finalidad la muerte del animal.

La marcha de hoy recorrió varias calles del centro histórico de la ciudad hacia el Palacio presidencial y fue convocada por la Unión Nacional de Espectáculos Tradicionales (Unete), a través de las redes sociales.

Al grito de "¡Que vuelvan los toros a Quito!", los manifestantes solicitaron audiencia al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, quien recibió a siete representantes para recabar las peticiones y quejas ciudadanas.

La marcha contó con el apoyo de toreros como los españoles David Fandila "El Fandi" y Cristina Sánchez, el peruano Joaquín Galdos y los matadores ecuatorianos Guillermo Albán, Mariano Cruz Ordóñez y Juan José Robalino, entre otros.

Los aficionados y gremios profesionales exigieron su derecho al trabajo y a la libertad, al considerar que existe una pérdida económica para vendedores, sector turístico, artesanos y restaurantes, entre otros, al no celebrarse este tipo de espectáculos.

Igualmente, denunciaron que sus derechos se han visto vulnerados desde que cerró la Plaza de Toros Quito en 2012.