Víctor Sandoval ha vuelto a convertirse en uno de los protagonistas de 'Sálvame',aunque, esta vez, por su vida personal. El programa de Telecinco quiso dedicar gran parte del espacio al tertuliano, dado que se encuentra en plena batalla con Nacho Polo, su ex pareja. Esto se debe a que el colaborador se acaba de enterar de que Polo planea mudarse a Madrid, cerca de él.

Esta es una noticia que ha alterado mucho a Sandoval, teniendo en cuenta la tensa relación que mantienen desde hace unos años por su ruptura. Esta última década, solo han intercambiado palabras para lanzarse acusaciones y demandarse, principalmente por parte del colaborador.

En esta ocasión, los colaboradores de 'Sálvame' quisieron hacer hincapié en la cuestión económica de Sandoval y en el estilo de vida que llevaba junto a Polo. Según ha corroborado el propio tertuliano, cuando pasaban por su mejor momento personal y profesional, a principios de los 2000, llevaban una vida llena de lujos y de caprichos.

Durante esos años, Sandoval era un colaborador habitual de 'Día a día', espacio que presentaba María Teresa Campos en Telecinco y que recibía grandes datos de audiencia. No obstante, su mayor éxito fue 'Mamma Mía', lo que le convirtió en un mítico rostro de Telemadrid. Este programa es uno de los más recordados de la cadena autonómica y uno de los más importantes para quien fue el presentador junto a Francine Gálvez, Pilar Soto y Patricia Pérez.

"Yo me iba a Miami los viernes y volvía los lunes"

Tras recordar esta gran etapa de su vida durante su entrevista en 'Sálvame', el colaborador no lo dudó y confesó la desorbitada cantidad de dinero que cobraba al mes: "Seis millones de pesetas", lo equivalente a 36.000 euros. Como consecuencia, el comunicador se metió en una vida de despilfarro, en la que los caprichos se convirtieron en un gasto habitual de su día a día.

"Yo me iba a Miami los viernes y volvía los lunes. Todas las semanas, durante dos años, en business", recordaba el tertuliano, dejando claro que se podía permitir ir todas las semanas a Miami, lo que conllevaba gastarse entre 2.000 y 3.000 euros cada fin de semana, teniendo en cuenta solo el vuelo.

Asimismo, tal y como ha contado, se gastaba el suelo en cosas mucho más superfluas: "Los comederos y las cadenas de los perros eran de Gucci". Aunque le ha costado varios años darse cuenta, Sandoval cree que "era un despilfarro innecesario" y que actuaba "un poco como Matamoros, vivía por encima de mis posibilidades". "Pepe Calabuig me dijo: 'Estás haciendo un despilfarro...'. Y encima me enfadé con él por decirme eso", reconocía.