La gran preocupación de todo el mundo según sigue acercándose el invierno es encontrar la fórmula definitiva para no arruinarse con las facturas en medio de la crisis energética que vive Europa. El termómetro está en la calle solo viendo cómo el tema es habitual en cualquier conversación de barra de bar. Las televisiones están sacando mucho rédito a esta cuestión y es habitual que se inmiscuyan en las casas para preguntar a los ciudadanos cómo ahorran. Así España ha conocido a Pilar.

A causa de la crisis energética, son varios los gobiernos que han comenzado a adoptar medidas para ahorrar energía. En España algunas de las normas que se van a aplicar van desde limitar el precio del gas natural a incentivar rebajas fiscales para estimular la sustitución del uso de combustibles fósiles por energías renovables. En cualquier caso, los ciudadanos toman las riendas de la situación y buscan sus propias fórmulas.

Mientras la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este pasado viernes que ella no duerme ni con el aire acondicionado ni con la calefacción encendida y que se pone "un edredón mas fuerte" para remendar el frío, otra de las preocupaciones que tienen los ciudadanos es la de calentar el agua. La ducha es parte de la vida de cualquier persona por una cuestión de higiene. En invierno nadie se imagina ponerse debajo del líquido elemento sin que esté a una elevada temperatura.

"Dos duchas es suficiente"

Pilar explicó en 'Espejo Público' cómo ha logrado ahorrar de 100 a 150 euros al mes en su factura de la luz. Aunque pormenorizó cómo desenchufaba electrodomésticos cuando sale de casa, cómo cocina con la vitrocerámica una vez a la semana, qué bombillas ha instalado para gastar menos e incluso que ha llegado a fabricar su propio detergente, hay un truco que ha llamado especialmente la atención.

La mujer reconoció delante de toda España la cantidad de veces que se pone debajo de la alcachofa de lunes a domingo: "Con dos duchas a la semana es suficiente". "Tampoco es bueno ducharse todos los días", alegó Pilar. El hecho de que ya no tenga hijos bajo su techo ha supuesto un gran ahorro también: "Antes se duchaban dos o tres veces al día porque venían de hacer deporte". También apunta que siendo solo dos en casa implica que "la ropa no se mancha mucho".

Relajarse debajo de la ducha después de una larga jornada de trabajo puede parecer una de las cosas más placenteras. Aún así, los expertos apuntan ciertos factores que debemos tener en cuenta sobre las veces que se hace. El baño diario no es malo, siempre que sean cortos ya que el exceso de agua reseca mucho la piel.

Además, hay que tener en cuenta que los productos que se utilizan para la limpieza también pueden ser peligrosos en exceso. Algunos jabones provocan irritaciones en la piel, ya que de alguna manera diluyen o degradan la capa lipídica que nos protege. Tampoco es bueno el agua en altas temperaturas. Las adecuadas están entre 36 y 37 grados ya que son similares a las del cuerpo humano.