El sorprendente uso que los jóvenes de Bélgica le dan a las tablas de planchar: cada vez más común en las calles

Todos sabemos para que sirve una tabla de planchar: proporcionar una superficie plana y estable sobre la que se puede pasar la plancha para eliminar las arrugas de la ropa. Facilita el planchado, permite desempeñar esta tarea con una mayor comodidad y ayuda a obtener mejores resultados. Eso es lo normal, y se hace tanto en España como en el resto de países del mundo. Sin embargo, algunos jóvenes europeos han querido ir un paso más allá y darle un nuevo uso.

Se trata de los belgas, quienes han encontrado otro uso relacionado con el ocio para las tablas de planchar: mesas improvisadas para apoyar comida y bebida en la calle. Se trata de un recurso tecnológico ingenioso que deja una estampa muy curiosa en este tipo de quedadas improvisadas y eventos al aire libre.

Por qué la tabla de planchar y no una mesa plegable

Obviamente este uso es muy parecido al que le damos a una mesa plegable, pero mejorado. Las tablas de planchar permiten apoyar objetos a diferentes alturas ofreciendo una gran estabilidad. Además, por lo general, este mueble es muy amplio y ofrece un gran espacio que puede servir para grupos de hasta cuatro o cinco personas sin problema. 

Además, si tenemos en cuenta que cada vez hay más jóvenes que no le dan ningún tipo de uso a estas tablas dentro de casa (porque no planchan su ropa), dar salida a este mueble utilizándolo como una mesa portátil plegable o barra de bar es un movimiento que se podría llegar a considerar muy ocurrente.

El origen de este fenómeno

Todo comenzó en las calles de Bélgica. Allí, los ciudadanos han sido testigos de escenas tan sorprendentes como ver a un joven montando en bici mientras cargaba con una tabla de planchar a plena luz del día. El fenómeno, que ha quedado recogido en varios vídeos publicados en redes sociales, ha llamado mucho la atención de todo el mundo y las reacciones no han tardado en llegar.

Muchos usuarios creen que la idea tiene un gran potencial y que podría llegar a convertirse en una tendencia de cara al futuro. De hecho, en Alemania ya ha habido algún grupo de amigos que ha copiado la idea. Sin embargo, en muchos casos esa tabla de planchar se utiliza para colocar bebidas alcohólicas en botellones, algo totalmente prohibido por las autoridades y que, en nuestro país, sería imposible incorporar por los grupos de jóvenes.

Eso sí, para determinados conciertos gratuitos que se celebran al aire libre es una gran idea muy a tener en cuenta. Además, la ocurrencia refleja un gran intento de los jóvenes por hacer innovaciones tecnológicas en los momentos de ocio que comparten, reutilizando objetos cotidianos y domésticos para actividades totalmente distintas.