Una innovadora solución desarrollada en San Sebastián de los Reyes abre un nuevo horizonte en la prevención de los ahogamientos
Este verano está siendo trágico en España con más de 300 muertes por ahogamiento registradas hasta finales de julio

Un socorrista durante un entrenamiento en la playa
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En plena era digital, donde cada día surgen avances que transforman nuestra forma de vivir, algunas innovaciones pasan casi desapercibidas pese a su enorme potencial.
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A las afueras de Madrid, una startup ha desarrollado una propuesta que combina tecnología y prevención, orientada a un entorno cotidiano y mortal a la vez para muchas personas.
Esta iniciativa está preparada para cambiar la forma en que se gestionan riesgos en espacios que, hasta ahora, parecían inmunes a la revolución tecnológica.
Es un sistema pensado para espacios acuáticos, con el objetivo de aumentar la protección en piscinas.
Aunque todavía está en fases iniciales, este proyecto puede suponer un cambio importante en cómo se gestionan los riesgos en estos lugares.
¿Cómo funciona?
La empresa Nagi está aplicando una tecnología que comenzaron a desarrollar en el mundo del baloncesto. A través de un GPS instalado en el gorro o las gafas, esta tecnología detecta cuando un bañista pasa sumergido en el agua más de 35 segundos seguidos, momento en el que el socorrista o responsable recibe una vibración en su pulsera inteligente.

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Este sistema es posible gracias a la instalación de sensores alrededor de la piscina, que la convierten en lugar inteligente y más seguro.
Cuando piensas en una iniciativa así, la primera duda surge con la posibilidad que funcione la tecnología en contacto con el agua. Los primeros desafíos vinieron al tener que conseguir el adecuado aislamiento del GPS para que sus circuitos no entren en contacto con el agua, también el desarrollo de la comunicación con ausencia de señal bluetooth.
Ya que el agua anula por completo la señal bluetooth dentro de la piscina, la alerta se dispara precisamente cuando el aparato deja de registrar señal.
Según la empresa, explican que este servicio no ha sido pensado para sustituir al socorrista, sino para ser su complemento o herramienta.
En la empresa, en sus próximos objetivos no descartan que un día pueda aplicarse en playas u otros entornos naturales, aunque por ahora siguen concentrados en ampliar todo lo posible su implantación en piscinas municipales.
Porblema grave de ahogamientos en España
Hasta el 31 de julio de 2025, España ha registrado un total de 302 muertes por ahogamiento en espacios acuáticos, siendo la cifra más alta en los primeros siete meses de un año desde que se tienen registros. De estas, al menos 13 fallecimientos ocurrieron en piscinas, representando aproximadamente el 4% del total.
Además, se ha observado que el 76% de las muertes por ahogamiento infantil en España ocurren en piscinas.
La Organización Mundial de la Salud advierte de que el ahogamiento es una de las principales causas de muerte no intencional en menores de 14 años, y que el 95% de estos fallecimientos son prevenibles si se actúa con rapidez y se aplican medidas de seguridad.

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Además, por cada muerte por ahogamiento, se estima que entre 4 y 6 personas sufren daños permanentes debido a la anoxia cerebral. Muchas de estas víctimas sobreviven gracias a una reanimación a tiempo, pero enfrentan lesiones severas y secuelas.