El pasado 21 de junio dábamos la bienvenida de manera oficial al verano, pero son muchos los que esperaban la llegada de julio para dar comienzo a las ansiadas vacaciones. Es el primer año que podemos disfrutar de ellas sin restricciones tras dos años de pandemia, por lo que la mayoría va a intentar aprovecharlas al máximo y hacer alguna escapada, en la medida de lo posible.

Sin embargo, estas vacaciones van a pasar a la historia por el impacto que van a tener en nuestro bolsillo, y es que con los precios disparados, disfrutar unos días de la playa, hacer turismo en alguna ciudad o irnos a una casa rural con los amigos, va a salir más caro de lo que esperábamos. De media nos vamos a gastar 610 euros en nuestras vacaciones, la cifra más alta desde 2018, que además es 44 euros superior a la de hace un año, según recoge el informe anual del Observatorio Nacional de Turismo Emisor.

Pese a que "9 de cada 10 consultados tiene intención de irse de vacaciones", según explica a COPE Marcos Franco, fundador de dicho Observatorio; el tiempo de pernoctación fuera de casa se va a reducir, debido al alza de los precios. De media, vamos a irnos de vacaciones entre 9 y 12 días. Además, 6 de cada 10 españoles van a optar por el turismo nacional, mientras que los que viajen fuera optarán por Tailandia o Perú como destinos de larga distancia, y Turquía o Grecia para la corta distancia.

Gasolina

La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé para esta primera operación salida del verano un total 4,5 millones de desplazamientos por carretera en toda España y un total de 44 millones en julio. Sin embargo, desde hace meses, ponerse al volante resulta realmente caro y es que el precio de los carburantes sigue en máximos históricos.

De media, el litro cuesta más de 2 euros. En concreto, el de gasolina está en torno a los 2,12 y el de gasóleo a 2,10. Con los precios actuales, y aún contando con la bonificación de 20 céntimos prorrogada por el Gobierno, que hay que descontar de dichas cifras, llenar el depósito cuesta en torno a 100 euros, es decir, pagamos la gasolina un 40% más cara que hace un año, un 50% en el caso del diésel. En total, gastaremos unos 300 euros más en carburante este verano.

Alojamientos

El aumento de precios no se nota solo en el depósito, hoteles y apartamentos turísticos también han incrementado sus precios de forma notable, en torno a un 45% respecto al precio marcado en 2019, antes de la llegada de la pandemia.

Teniendo como referencia los datos de mayo según los datos de la Encuesta de Coyuntura Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), alojarse en un hotel nunca fue tan caro como este mes mayo. Los precios han estado por encima, incluso, de los de los meses de agosto de los últimos 20 años, siendo este el mes que marca el pico máximo de precios en el año. En concreto, pernoctar en un hotel en mayo fue un 22% más caro que en 2021 y un 38% más caro que en 2019. Por provincias, Baleares es donde más han subido los precios en relación a los de 2019, con un incremento de hasta el 90%, seguido de Andalucía, donde la subida se sitúa en torno al 47%.

Vuelos

Los desplazamientos en avión se están viendo marcados, en este inicio de julio, por la huelga de dos compañías low cost, Ryanair y Easyjet, que han provocado varias cancelaciones y retrasos este 1 de julio. Pero este no es el único obstáculo para subirse a un avión este verano. El incremento de los precios también se ve reflejado en los billetes de avión, que han subido principalmente por tres factores. Por un lado, está el aumento del precio del combustible, a lo que se suma la alta demanda y la reducción de la oferta. Cabe destacar que el precio de los billetes de avión varía de manera notable en función de estos dos últimos factores, por lo que el regreso del turismo tanto nacional como extranjero está disparando los precios.

Hostelería

Por su parte, la hostelería se está viendo obligada a subir los precios debido al aumento de los costes. La inflación se refleja, de manera fundamental en la cesta de la compra, por lo que los restaurantes están teniendo que pagar mucho más caros sus productos. Se estima que el 70% de los establecimientos de España se han visto obligados a subir los precios de cara a verano. Además, el aumento de los precios llevado a cabo en el mes de mayo supuso una subida mayor que la realizada durante todo el año 2021.