El coronavirus se ha extendido por todo el planeta y son muchos expertos los que recomiendan en COPE que reforcemos  el sistema inmunológico ante un posible contagio. Se trata de conseguir que las consecuencias del daño que causa el virus de Wuhan (China) en nuestro organismo sean menores. Si nuestro sistema inmunológico es fuerte, hay menos posibilidades de tener la neumonía y el colapso respiratorio que provoca el virus en cerca de un 30% de estos pacientes.

El doctor Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española Obesidad (SEEDO-SEO) y jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Málaga  explicaba en COPE que “una de las reacciones de nuestro organismo que más está sorprendiendo a los investigadores es la forma abrupta y exagerada en que reaccionan nuestros pulmones ante el COVID-19”.  

“Querer reforzar nuestras defensas en unas pocas semanas no tiene demasiado sentido, añadía el doctor Tinahones, y es más realista proponerse que no decaigan durante el confinamiento”. Para eso nos recomienda que olvidemos los suplementos alimentarios, terapias alternativas y otros productos milagro de dudosa efectividad. “Lo que siempre funciona, añadía, es una alimentación sana y equilibrada”.

También hay que procurar hacer algo de ejercicio todos los días, aunque estemos en casa. Mantener el estrés a raya. Y dormir lo mejor posible.

UVAS, CAFÉ Y LENTEJAS CONTRA EL COVID-19

Los consejos divulgados por las autoridades sanitarias para evitar el contagio son lavarse las manos de manera frecuente y usar pañuelos o el codo para cubrirse la nariz y boca cuando se tose o estornuda.

Pero, además, sabemos que hay una variedad amplia de alimentos ricos en polifenoles que nos ayudan a prevenir la inflamación de las vías respiratorias que provoca el virus. Los más conocidos son las uvas, los frutos rojos como las fresas y los arándanos, además del café, el chocolate negro, las lentejas, la granada, la remolacha, la soja o el té.

Afortunadamente, es fácil encontrar todos estos productos en las tiendas de alimentación de nuestro país, incluso ahora que vivimos bajo un decreto de alarma, y también el resto de los alimentos que añadía en COPE el jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Málaga: “Necesitaríamos comer más productos frescos como frutas, hortalizas o verduras, que son alimentos que disminuyen el estrés oxidativo y la inflamación”. Una recomendación que se suma a la de “comer más pescado que carne, que también tiene un efecto importante antinflamatorio, porque puede, hipotéticamente, tener un efecto positivo en este tipo de infecciones por virus”.

Está demostrada su acción antioxidante y, lo más importante, aclaraba el doctor Tinahones, “es un buen antiinflamatorio y antialergénico”. Nos protegen el sistema inmunológico, frente a posibles enfermedades y virus.

Además, aumentan la actividad de la vitamina C, previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares y tienen un alto contenido en fibra.

ANTINFLAMATORIOS NATURALES CONTRA COVID-19

La principal razón para que la tasa de mortalidad sea tan alta entre nuestros mayores es porque presentan otras patologías graves que complican la evolución de la enfermedad, pero también el hecho de que tienen las defensas muy bajas.

A esto hay que añadir el hecho de que hay un porcentaje considerable de pacientes de todas las edades en los que los pulmones se les llenan de material inflamatorio y no pueden llevar suficiente oxígeno al torrente sanguíneo. Esto reduce la capacidad del cuerpo para tomar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. "Esa es la causa habitual de muerte con neumonía grave en estos pacientes con el virus de Wuhan", según explica el profesor y médico especialista en el aparato respiratorio, John Wilson.

De ahí, la importancia de ingerir alimentos ricos es polifenoles para aumentar nuestras defensas.

DEFENSAS A LARGO PLAZO

Cuando comenzó la epidemia en China, los profesionales sanitarios comparaban este virus con el de la gripe, pero la Organización Mundial de la Salud cifra en un 3,4% la proporción de casos de pacientes infectados por el virus que surgió a finales de 2019 en el país asiantico que terminan con la muerte del paciente. Pero ahora,  "en comparación, sabemos que la gripe común generalmente mata mucho menos del 1% de los infectados", ha especificado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Además, tampoco hay ninguna evidencia de que el virus causante de la COVID-19 tenga el mismo comportamiento estacional que el de la gripe y comience a remitir con la llegada de la primavera al hemisferio norte. 

El doctor Bonaventura Clotet, referente mundial en la lucha contra el VIH y otros tipo de infecciones comunitarias, ha explicado en Herrera en COPE que “van a pasar meses hasta que se acabe la pesadilla del coronavirus”.

Por eso, los endocrinos nos recomiendan adoptar medidas preventivas a largo plazo. Reforzar nuestro sistema inmunológico lleva tiempo, pero ningún experto se atreve a confirmar que el virus que mantiene confinada a una tercera parte de la población mundial vaya a desaparecer de nuestras vidas a corto plazo.