Un prestigioso epidemiólogo de Harvard explica si ómicron es el final de la pandemia: "No se va a erradicar"

El epidemiólogo de Harvard William Hanage ha explicado en una entrevista cómo cree que evolucionará la pandemia

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El epidemiólogo William Hanage es el codirector del Centro de Dinámicas de las Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Harvard, lo que lo convierte en uno de los profesionales más cualificados del mundo para hablar de la pandemia de coronavirus. En una entrevista al periódico El País, Hanage ha explicado algunos de los puntos clave de la situación del coronavirus tras la emergencia de la variante ómicron, y cómo cree que evolucionará la pandemia en las próximas semanas.

El coronavirus "no se va a erradicar"

Según ha explicado el propio Hanage, la pandemia no tendrá un final definido, sino que terminará de manera paulatina: "Las pandemias no tienen un final oficial, con alguien haciendo repicar las campanas, fuegos artificiales y la gente gritando hurra, en plan: “Bueno, pues ya está, se acabó, vuelta a la vida normal”. No funciona así. Lo que ocurre es que hay sucesivas olas de la enfermedad, que a veces pueden ser bastante dañinas y, con el tiempo, pueden llegar al punto en el que la gente considere tolerables sus consecuencias. La única manera de tener un final limpio de la pandemia es erradicar el virus, pero, vista la variante ómicron y que el coronavirus está infectando a los animales salvajes, está claro que no se va a erradicar".

Aún así, Hanage es optimista con el hecho de que en el futuro no volvamos a ver olas con la misma incidencia que ómicron. Si tengo que hacer una conjetura a partir de los datos, diría que, después de la ómicron, los casos graves en personas jóvenes y vacunadas serán incluso más inusuales. Probablemente seguirá siendo preocupante la introducción del virus en grupos de personas mayores y vulnerables, como las residencias de ancianos".

Para el epidemiólogo, resulta sorprendente que en España se haya decidido imponer la mascarilla en exteriores, mientras que en la hostelería conviven muchas personas en espacios cerrados sin mascarilla. Hanege asegura que nunca se pone la mascarilla al aire libre, solo en espacios cerrados. Y que probablemente el invierno que viene siga llevándola en interior.

Los virus no evolucionan para ser menos virulentos

El epidemiólogo ha querido desterrar la noción extendida de que los virus evolucionan de manera natural para ser menos graves. Algo que no está basado en datos reales y que responde a los deseos de dejar la pandemia atrás y no a la realidad. Recuerda que la cepa salvaje de Wuhan evolucionó a variantes más agresivas, como alfa y delta y que ómicron es más mortal que el virus original salido de China, aunque menos que delta.

"Para una enfermedad infecciosa, lo importante es transmitirse. Si con una mayor virulencia es más probable que se transmita a otro hospedador, entonces la virulencia prosperará por selección natural. Las posibilidades de acabar en el hospital con la primera variante de la que tuvimos noticias, la alfa, eran quizás entre un 20% y un 50% mayores que con la versión anterior. Un virus fue sustituido por otro más peligroso, que a su vez fue reemplazado por otro todavía más peligroso, la variante delta. Y ahora ha llegado la ómicron. La gente dice que es leve, pero, en el mejor de los casos, solo es un poco más leve. La mayor parte de la menor gravedad que estamos viendo se debe a la inmunidad previa. La mal llamada gripe española de 1918 y 1919 no se convirtió en una enfermedad más leve porque el virus se volviera más amable, sino porque siguió circulando en una población que cada vez tenía una mayor inmunidad. Y eso es exactamente lo que estamos viendo ahora".

Por eso, Hanage aboga por encontrar un equilibrio que permita mantener la precaución sin someter a la población a una tensión continua: "Cualquiera que haya estado atento a las redes sociales, habrá visto que hay algunas personas que se oponen a cualquier tipo de restricción y que, básicamente, quieren que permitamos que el virus circule libremente. Y también hay gente que quiere que erradiquemos el virus y piensa que cualquier término medio es consentir una masacre. Ambos extremos son irracionales. Y cada vez se identifican más con posiciones políticas, no hay razones científicas. Lo fundamental en una pandemia es evitar que se sature tu sistema sanitario. Y, en muchos sitios, se están enfrentando a esta saturación una y otra vez. Hay muchas cosas que podemos hacer para mitigar las olas, pero lo más importante son las vacunas. Hay muchas personas ya vacunadas y también hay un importante porcentaje de la población que ha pasado la infección y tiene defensas. Esperamos que la gravedad de las olas se reduzca.