La llegada del verano siempre llega consigo el buen tiempo y los días de sol. Sin embargo, en España está teniendo lugar una importante ola de calor y la Agencia Española de Metereología (AEMET) ha avisado que durará más de lo previsto. Por ello, la Consejería de Sanidad, ha presentado diversos planes de acciones preventivas contra el efecto del calor y desde CCOO seha llegado a pedir medidas urgentes para paliar las altas temperaturas en las aulas.

A su vez se recomienda tener siempre a mano una bebida para refrescarse y no estar mucho tiempo bajo el sol. Especialmente por las consecuencias que suceden en el cuerpo cuando se está mucho tiempo al sol. Los golpes de calor y las insolaciones son algunas de ellas, además de anomalías si no se siguen las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En días como los que están teniendo lugar en esta ola de calor existen los denominados grupos de riesgo como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, especialmente las que afectan al sistema cardiovascular y renal. Además, las altas temperaturas aumentan las concentraciones de ozono, polen y otros alérgenos en el aire que agravan las enfermedades respiratorias e incluso causan crisis de asma.

Uno de los efectos iniciales a esta ola de calor es el agotamiento por ausencia de una hidratación frecuente o falta de sueño. De ahí que se aconseje el beber, además de comer alimentos frescos y no hacer nunca grandes ingestas de comida.

El aire acondicionado puede causar catarros

Otro de los problemas que se sufre son los calambres por el calor. Esto sucede por la sudoración extrema del organismo al exponerse de forma excesiva al sol. El cuerpo intenta regular la temperatura corporal a través del sudor, consumiendo buena parte de las sales que dan lugar a los espasmos y dolores musculares en el abdomen y en las extremidades.

La sudoración puede crear también otras consecuencias como la aparición de sarpullidos. El excesivo sudor en climas calurosos y húmedos, crean que sucedan estas reacciones en los puntos más propensos a sudar como puede ser el cuello o las axilas.

La gente en momentos de excesivo calor suele utilizar el aire acondicionado, algo que puede llegar a ser contraproducente. Ya que, el cambio de la temperatura de la calle, que puede llegar a los 40 grados y los 20 que rondan los hogares con el aire acondicionado, es un cambio brusco para el organismo. Algo que conlleva a catarros, mucosidad o dolor de garganta. Por eso, se recomienda no poner el aire demasiado bajo para impedir que exista una gran diferencia de temperatura con respecto al exterior.

Entre otras reacciones, además de las que se han comentado anteriormente, están las náuseas, el flato, el aumento de la frecuencia cardíaca o una respiración acelerada.