Pero el objetivo de este artículo no es destacar (pese a que lo subrayamos a fuego), que ese 35 por ciento puede llegar a alcanzar hasta el 70 por ciento de las mujeres en algunos países, mujeres que han sufrido a lo largo de su vida violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental. No es la finalidad de este artículo lamentar (aunque lloremos por dentro), que más de 200 millones de mujeres y niñas, vivas, han sufrido la mutilación genital ni que 15 millones de chicas adolescentes (de entre 15 y 19 años) de todo el mundo han sido obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. 

El fin de este artículo no es detenernos (estamos repasando uno a uno) en los nombres de las 44 mujeres que han sido asesinadas en lo que llevamos de año en España (973 desde 2013). Lo que nos mueve al escribir este artículo es transmitir un mensaje de esperanza. Hacer llegar a quienes están metidos en una espiral de violencia y miedo que se puede salir, que hay otra vida, que hay personas que te pueden ayudar y que por todos los medios hay que evitar que tu agresor te quite la vida.

La voz de Rosa es alegre, de las que contagia optimismo. Aunque algunas huellas son indelebles, cada vez están más lejos las patadas, los golpes, los insultos, el menosprecio del que fuera su marido, su agresor.

Rosa es química, ahora trabaja como gestora financiera porque con su currículum era fácil encontrar trabajo y así lo ha conseguido con el apoyo de la Fundación Integra que ayuda a víctimas de la violencia de género, mujeres prostituídas, personas en situación de exclusión social. Rosa tuvo que huir de Sevilla, su pueblo, para seguir viva. Huyo con su hijo hace dos años y desde entonces vive en Madrid donde trabaja y tiene claro que hay toda una vida y un futuro por delante para ella y el pequeño que de mayor quiere ser maestro y evitar que a otros niños les pase lo que ha vivido él. (Escucha el testimonio íntegro de Rosa en 'La Linterna' junto a Ángel Expósito).

La violencia contra las mujeres (aunque no olvidamos como decía Rosa que también hay hombres víctimas) responde a una serie de premisas, de causas que se repiten y repiten a lo largo de la historia: negación del maltrato, violencia física y psicológica; comportamiento impulsivo, emocionalmente inestable; necesidad de dominar,  usar la violencia como forma de control y autoridad; actitud posesiva (él), actitud dependiente (ella); culpabiliza a la mujer de los problemas conyugales; seguridad y confianza que le hace creerse superior; problema de los demás, provocación de la mujer o violencia por causas externas (alcohol, drogas); víctima de malos tratos en la niñez; conformismo con la situación (mujer). A esto unimos en los nuevos tiempos la no aceptación y el miedo a la autonomía de las mujeres, IGUALDAD;  la división sexual del trabajo; la buena adaptación a las reglas de la cárcel. Por encima de todos estos factores destacan dos: el peor, la negación del maltrato y de la violencia física y psicológica y el segundo e igual de malo, el problema es de los demás, es la mujer la que provoca. 

Según Pepe, su mujer se abrió la cabeza porque se dio contra la bañera en el trascurso de una discusión, él no la maltrató. "¿Veis estos brazos? si le hubiera querido hacer daño solo con tocarla la mato, ¡con lo pequeñita que es!. Yo tenía problemas con la botella, con la cocaína, quería marchar de casa". [Este testimonio, en voz de un actor, está basado en una declaración real de un maltratador recogida para una investigación por la antropóloga Mercedes Fernández- Martorell sobre el perfil de los maltratadores. "¿No queríais saber por qué las matan? POR NADA" bajo este título, la película documental recoge el testimonio de hombres declarados culpables de maltrato a su pareja.  A lo largo de las entrevistas, ellos van reflexionando las razones por las que maltratan o matan a la mujer que, dicen, más quieren].

Para el maltratador la relación con la mujer de tú a tú es muy complicada y pese a que exista una denuncia de por medio, se sienten, casi siempre, arropados por familia y amigos. Por eso es muy importante la concienciación de toda la sociedad en la necesidad de acabar con esta lacra.

‘CONmigo, CONtigo, CONSentido, con respeto y sin violencias sexuales’ es la última campaña de Cruz Roja con la que pretende incidir en las violencias machistas que se producen dentro del ámbito de la pareja. "No mires para otro lado" es el llamamiento, el toque de atención del Ministerio del Interior para que denunciemos situaciones de maltrato de las que podemos ser testigos

El maltratador puede ser alto, bajo, gordo, delgado. El maltratador puede ser abogado, científico, cirujano, agricultor, electricista...Las víctimas pueden ser altas, bajas, gordas, delgadas. Las víctimas pueden ser abogadas, científicas, cirujanas, agricultoras, electricistas...El denominador común entre ellas, las víctimas, es que han visto anulada su voluntad, no son capaces de reaccionar. El denominador común entre ellos, los maltratadores, es que no aceptan compartir su vida con un igual; el denominador común es su actitud de prepotencia respecto de las mujeres, su machismo.

Si has llegado en tu lectura hasta aquí he mantenido tu atención durante al menos tres minutos, eso si solo has leído el texto (según el tiempo estimado de lectura que computa nuestra web); si además te has detenido en los audios, si has visto este último vídeo ya me has prestado casi 20 minutos de tu tiempo. Me permito pedirte tan solo cinco minutos más, cinco minutos de concienciación, los que dura  'A Domicilio' de Oleguer Baró.