En bares y restaurantes madrileños se podían encontrar esta noche de viernes avisos sobre el cierre a partir de este sábado de los establecimientos: “Tras la medida adoptada por la Comunidad de Madrid para combatir la propagación del COVID-19, les informamos que a partir de mañana 14 de marzo todos nuestros establecimientos permanecerán cerrados hasta nuevo aviso”.

Los usuarios y profesionales del gremio comprenden la necesidad de tomar esta decisión. De hecho, un cliente asegura que se ha tardado demasiado: "Se deberían haber cerrado los bares desde el principio". Otro ciudadano subraya que la pandemia de coronavirus es una cuestión global, aunque destaca la envergadura que ha alcanzado el problema en el caso de Madrid. 

Un hostelero, ante la cámara de COPE, asume el cierre como “una medida normal”, pero tiene algunos reproches hacia la Administración. “Han tardado mucho en avisarnos, no hemos tenido tiempo de reacción y los cierres suponen mandar a mucha gente al paro”. Remarca los gastos a los que tienen que seguir haciendo frente a pesar de la clausura, como los alquileres o el pago a los proveedores.

Un camarero del mismo establecimiento valora positivamente la decisión: “Es una buena medida de precaución, tanto para los clientes como para nosotros, ya que tenemos mucho contacto personal”. Otro trabajador del gremio afirma que “es una medida muy importante que debería haberse tomado hace tiempo, porque nos perjudica mucho, pero, cuanto más rápido se pueda solucionar, mejor para la economía".

En plena calle Alcalá, entre la Puerta del mismo nombre y la Fuente de Cibeles, una pareja se muestra muy a favor de la decisión. “Es una forma de prevención, es necesario y se evitará todo tipo de contagios”. Y concluyen: “Habrá que acatar lo que decidan para que acabe cuanto antes esto”.