Las impresoras 3D están teniendo una importancia más que reseñable en los últimos años. Desde la creación de pistolas, implantes de una oreja y ahora se ha conocido la realización de una megaconstrucción. Este hecho ha tenido lugar en Noruega. Se trata de un puente que tiene una longitud de 634 metros y se encuentra a casi 55 metros por encima del suelo. Tiene el nombre de Randselva y se sitúa en Oslo, la capital del país escandinavo. Gracias a este nuevo tipo de arquitecturas, los vehículos tendrán la oportunidad de cruzar un río, un valle o una sin ninguna dificultad.

El proyecto estaba pensado para eliminar las curvas que pudieran existir acorde al terreno y hacer que el desplazamiento pueda realizarse de forma más rápida. Pero a diferencia de lo que podría ser un plan similar a otras construcciones, el diseño fue ejecutado a través de planos tridimensionales.

Según refleja la web 'Fastcompany', se levanta sobre un bosque a las afueras de Oslo, además de dar un nuevo enfoque para diseñar y construir en 3D, algo que puede ahorrar "tiempo y dinero", teniendo en cuenta que este tipo de proyectos se caracterizan por ser costosos, lentos y difíciles de realizar. Hasta este momento, aunque se efectuaba el modelado en un plano 3D, se convertía en 2D para que lo vieran contratistas y proveedores. Un posible error obligaba la creación de dibujos y modificar el modelo digital, lo que encarecía el proyecto.

Una empresa de ingeniería ha sido la encargada de ejecutar esta construcción. En este caso eliminaban los dibujos 2D y los contratistas usaban los 3D en cada paso de la construcción. Acorde se iba construyendo, cualquier cambio que se hacía, se reflejaba de forma directa en el modelo. Se realizaba también a partir de un modelado de información de construcción o BIM, pero eliminaba el paso que estaba plagado de problemas en la construcción, el dibujo en dos dimensiones.

Es decir, optó por un enfoque totalmente digital. Se utilizó un software que permitía eliminar la necesidad de dibujos en 2D y permitía que se empleara un modelado de 3D en cada paso que hubiera. De manera que cualquier cambio sutil en la estructura se veía reflejado inmediatamente en el modelo, lo que facilitaba el ajuste de las secciones futuras que estuvieran por construir.

Algo que celebra el desarrollador de BIM, Oystein Ulvestad, al reflejar que, "tradicionalmente", para construir esta construcción con dibujos "se precisarían de 200 alrededor de doscientos". Si a esto se le suma las posteriores revisiones, se terminaban con unos "1000 dibujos".

No es la primera vez que el país escandinavo se lanza a innovar en lo que a construcciones se refiere. A mediados de 2016, el Gobierno noruego estudió la construcción de los primeros túneles flotantes submarinos. De hecho, el propio ejecutivo apartó 25.000 millones de dólares para su ejecución y según tenían previsto finalizará el proyecto en 2035. De esta manera podrá cruzar los más de mil fiordos que están protegidos por la UNESCO y son un símbolo nacional.