Estos son los platos típicos españoles que dan asco a los extranjeros
Callos o crestas de gallo son algunos de los ejemplos de las comidas que dan asco fuera de España

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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España es el quinto país con más estrellas Michelin del mundo. Nuestra gastronomía tiene un sinfín de platos, historias y tradiciones, que dan al conjunto del país un importante impulso al turismo, y más especialmente, al turismo gastronómico. Fue durante muchos siglos desconocida en toda Europa, pero entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, es cuando cobra una identidad importante, ganando gran peso sobre todo y fundamentalmente en la variedad de platos y técnicas utilizadas en cada uno de ellos.
Algunas de las formas de comer típicas de nuestro país, se han internacionalizado, como por ejemplo las tapas, y poco a poco diferentes y variados platos son cada vez más internacionales. La paella, por ejemplo, está ya en muchos lugares de Europa y ayer, 9 de noviembre de 2021 es un Bien de Interés Cultural Inmaterial, y es definida como “el arte de unir y compartir”. Pero la cocina española actualmente tiene una visión muy distinta a la que tenía en tiempos pasados. Hoy en día, nuestra cocina y platos son conocidos, en parte, gracias a la labor de numerosos cocineros que han ido haciéndose un hueco entre los mejores chefs del mundo. Ferran Adrià, Martín Berasategui o Joan Roca son algunos de los cocineros españoles que ostentan o han ostentado tres estrellas Michelin.
Muchos de los turistas que vienen a España, quedan encantados con la comida que ofrecemos, el sabor de cada uno de los platos y la experiencia que eso significa. Hasta septiembre de 2021 el número de turistas procedentes de otros países fue de 19,7 millones, un dato mucho mejor que el del año anterior debido al confinamiento que hubo en la mayoría de países del mundo en 2020. Y es que tener la imagen de un buen jamón, una buena paella y una tortilla de patatas como definición de país, es difícil de superar.

No obstante, siempre pensamos en aquello que puede atraer para visitar nuestro país, pero pocos son los que piensan qué comidas son las que pueden alejar a la gente de visitarnos y elegir otro sitio como destino de vacaciones. Vamos a ver cuáles de ellas son las que pueden alejar a la gente de venir o sorprenderse a la hora de probarlas al estar de vacaciones y provocar su rechazo.
Cresta de gallo: es un plato típico de Cuenca y Zamora, y especial en algunos restaurantes. La cresta es una protuberancia situada de forma longitudinal en la parte superior de la cabeza de algunas aves. La textura es gelatinosa y puede parecerse a los pies de cerdo o a los callos y normalmente se acompañan (o pueden hacerlo) a legumbres o como guarnición de carnes y pescados. Además combinan bien con marisco y con verduras. La cresta de gallo es muy utilizada como fuente de proteína y tiene un valor calórico muy bajo, aproximadamente de unas 32 calorías por cada 100 gramos. Si hablamos de la historia de este alimento, tenemos que comentar que Leonardo Da Vinci, en su libro de recetas y técnicas culinarias, incluía las “crestas de gallo con migas” y varios consejos sobre cómo escoger el mejor ejemplar: “Aseguraos de elegir un gallo grande, mayor de doce años de edad, y de que su cabeza levante al menos 60 centímetros del suelo, antes de quitarle la cresta”.
Salón de oveja: es un plato antiquísimo, típico en las zonas de La Mancha. Es la carne de oveja, seca y salada, y de esta pieza se elabora una cecina de gran gusto y aroma. Su preparación empieza cuando se despelleja la oveja y se deshuesa totalmente. Una vez limpia la carne se colocan unas hormas hechas con palos para intentar que se quede estirada, y se deja secar al aire untada con sal.
Gallinejas: son las tripas de cordero y su consumo se centra casi exclusivamente en Madrid. Varios expertos en nutrición aseguran que comer gallinejas a diario puede ser perjudicial pero que si lo hacemos de vez en cuando, no pasa nada. Su aspecto puede hacer que los turistas y muchos de nosotros no las lleguemos a probar, pero desde hace años es uno de los alimentos que llevamos años tomando. Actualmente quedan pocos establecimientos en Madrid que sirvan este plato y los que lo hacen, mantienen el aire de épocas pasadas. No obstante, en las fiestas de barrio madrileñas siguen estando muy presentes.
Callos: es uno de los platos más típicos de invierno en Madrid, elaborado principalmente con tripas de vaca, ofrecidas en las casquerías. Son como pedazos de estómago de vaca o carnero, los cuales se comen guisados. Normalmente se sirve caliente y con trozos de chorizo. En lo que se refiere a su historia, no se conoce exactamente su origen. Existen recetas que datan del año 1599 en el libro de Mateo Alemán donde menciona el plato de callos como “revoltillos hechos de las tripas, con algo de los callos del vientre”. Se puede encontrar en diversas partes de la gastronomía española, en algunos casos en el Sur de España, en Cataluña o en Murcia acompañados de garbanzos. También en Europa, y es que en Francia se toman “al estilo Caen”, en Italia se comen la “tripa a la florentina” y en Chile lo tienen como “Guatitas a la jardinera”.
Oreja de cerdo: es una ración servida en los bares y que se compone en oreja de cerdo asada a la plancha. La oreja se pica en dados o tiras y se asa a la parrilla. Es una de las raciones más comunes en España que puede ser acompañada de una bebida o acompañada de otras raciones como patatas bravas o una zorza.