INFORME COPE
Estancado el plan del Ejecutivo para blindar a los menores del porno
En 18 meses hemos pasado de querer ser pioneros a la inacción

Estancado el plan del Ejecutivo para blindar a los menores del acceso a la pornografía
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¿Qué ha sido del plan del Gobierno para proteger a los menores de la pornografía? Tras ser clasificado de epidemia por parte del presidente del Gobierno Pedro Sánchez hace año y medio y, según refleja el último Informe COPE, pocos han sido los avances para atajar este consumo. El Ejecutivo quería ser pionero en esta lucha, pero 18 meses después Francia ya tiene un sistema de verificación de la edad que en España sigue sin funcionar.
2024 arrancó con la propuesta a cargo del Ejecutivo de Pedro Sánchez de un acuerdo de país para proteger a los niños, niñas y adolescentes en la red que incluía la aprobación de un proyecto de ley para la protección de los menores en Internet. Previamente, la Agencia Española de Protección de Datos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre trabajaban en el desarrollo de un sistema piloto de verificación de la edad para impedir el acceso de menores a páginas web porno. Un año y medio después nada de esto está en funcionamiento.
Los principales problemas son, según los expertos consultados por COPE, la falta de consenso, de celeridad, de voluntad política y de sanciones para proteger a los menores frente a la potente y millonaria industria de la pornografía.
Según los datos que maneja el propio Gobierno que proceden de investigaciones de organizaciones como Save The Children, 7 de cada 10 adolescentes consumen porno de forma regular en España. Algo más de 1 de cada 2 jóvenes de entre 12 y 15 años afirman haber visto por primera vez con entre 6 y 12 años.
El acceso temprano a este tipo de contenidos tiene consecuencias muy nocivas para los menores: distorsión de la percepción de la sexualidad, desarrollo de comportamientos sexuales inapropiado, impacto en la forma en las que establecen relaciones de intimidad y relaciones afectivo-sexuales o la normalización de la violencia contra las mujeres sin contar con el grave riesgo de adicción a la pornografía.
Un año y medio de “mucho ruido y pocas nueces”
Una de las organizaciones más implicadas contra los daños potenciales de la industria del porno es “Dale una Vuelta” volcada en la prevención, la investigación y la recuperación de las personas que sufren a consecuencia de un consumo problemático propio o cercano. Jorge Gutiérrez es uno de los fundadores de esta entidad sin ánimo de lucro y lamenta que estemos estancados.
“Ha habido mucho ruido y pocas nueces, muchas palabras y pocos hechos. No ha habido en general apenas avances. Ya han pasado muchos meses desde el primer anuncio de los sistemas de verificación que en teoría tenían que estar en marcha en el verano de 2024 y, un año después, no sabemos dónde están los frenos y cuáles están siendo los problemas. Nadie responde, nadie dice nada, mi sensación es que el Ejecutivo va echando balones fuera, que parece que va a decir algo, que va a ocurrir algo, pero van pasando las semanas y los meses y nada”, afirma Gutiérrez.

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Entretanto y, según asegura, “el problema no para de crecer y no parece que con los hechos le estén dando la importancia que tiene. El consumo de pornografía sigue en los mismos niveles de forma que según los últimos datos del Plan Nacional sobre Drogas la mitad de los jóvenes de entre 14 y 18 años han visto pornografía en el último mes”.
Las investigaciones de esta ONG sitúan en los 13 años la edad media de inicio en el consumo de la pornografía. Mientras que otro estudio de la Universidad de las Islas Baleares cifra en cerca del 20 por ciento los jóvenes de entre 16 y 24 años que ven porno a diario.
Seguimos sin sistema de verificación de la edad que Francia sí tiene
A diferencia de lo que ocurre aquí, Francia tiene en vigor desde enero de este año un sistema de verificación de la edad que requiere que los sitios pornográficos web soliciten pruebas fehacientes de la mayoría de edad antes de permitir el acceso mediante un sistema de “doble anonimato” que respeta la privacidad de los usuarios. El sitio web solo recibe la confirmación de si la persona es mayor de 18 años y no conoce ni su identidad ni su origen. Un sistema muy similar al que buscaba implantar España.
En el país vecino, lo ha impulsado el regulador francés Arcom para proteger los más de 2 millones de menores que visitaban sitios porno cada mes y ha motivado que desde el pasado 4 de junio, las grandes plataformas como Pornhub, YouPorn o RedTube, hayan cerrado el acceso en Francia donde solo Pornhub tiene unos 7 millones de visitantes diarios.
Aquí todas estas plataformas siguen, en cambio, operando, sin que la verificación de la edad esté garantizada más allá de que el usuario haga click para autoafirmar que tiene más de 18 años. Y todo a pesar de que el Código Penal penaliza en su artículo 186 la difusión de material pornográfico y de que la Ley 13/2022 de Comunicación Audiovisual exige a los proveedores de vídeos pornográficos el establecimiento de mecanismos de verificación de la edad. Los actuales claramente no protegen a los menores de edad.
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“El problema es la reticencia de determinadas industrias que basan su modelo de negocio en menores no solo la industria del porno sino también otras industrias como las redes sociales que también mercantilizan los datos de estos menores porque al final los terminan vendiendo a anunciantes” asegura en COPE Ana Caballero, vicepresidenta de la Asociación Europea para la Transición Digital y asesora del Gobierno para la protección de los menores en Internet.
Admite que el sistema de verificación de la edad en España está en “stand by”. Y el motivo es, según señala esta abogada especializada en tecnología y experta en transición digital, que se está esperando al desarrollo del reglamento europeo, de la Digital Service Act (DSA) que entró en vigor plenamente en febrero de 2024 y busca regular las plataformas digitales (como redes sociales, buscadores y sitios web) para garantizar un entorno más seguro, transparente y justo en Internet.
Ni pacto de Estado, ni estrategia integral ni proyecto de ley
Desde la Plataforma de Infancia, que agrupa a las principales organizaciones que defienden los derechos de los menores en España, aún confían en la próxima puerta en marcha de verificadores respetuosos con la privacidad y al mismo tiempo eficaces evidentemente: “Este es el reto y por la información que nos llega es que se trabaja en ello en paralelo a la ley”, explica en COPE Almudena Escorial, responsable de Incidencia Política de esta entidad.
Pero la ley tampoco acaba de llegar. Tras su aprobación por del parte Consejo de Ministros del pasado 25 de marzo de 2025, la Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales continúa en tramitación parlamentaria sin haberse aprobado todavía su versión definitiva ni publicado en el BOE.
Incluye medidas como el aumento de la edad mínima para acceder a redes sociales a 16 años, penaliza los deepfakes sexuales y obliga a los operadores de telefonía a implantar sistemas de control parental en los dispositivo. Aún debe debatirse y aprobarse en el Congreso y el Senado y pueden ser también necesario introducir adaptaciones técnicas para garantizar su alineación con la normativa europea.

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“Nos gustaría que todo fuera más rápido y tratamos de impulsarlo pero el contexto político es el que es. También creo que es de los temas que puede generar mayor consenso. Hay en todo caso medidas en las que sí que hay que avanzar y para las que no basta la legislación actual y una de ellas es la de los verificadores de edad, también queremos imponer una mayor responsabilidad de las empresas en este tema”, subraya Escorial.
Para Caballero, el proyecto de ley que se tramita en el Congreso no va al origen del problema que “son las grandes compañías que mercantilizan los datos de los adolescentes y los niñas y niñas porque priorizan sus beneficios económicos frente el interés del menor. Deberíamos preguntarnos si tienen cabida en Europa estos negocios poco éticos”.
Países como Francia ya han respondido con un no rotundo a este interrogante. En el país vecino, el regulador puede desde este mes imponer multas de hasta el 4 por ciento de los ingresos globales a las compañías que incumplan la normativa y también bloquear portales.
Con la normativa aquí vigente y la aplicación de la DSA también se han impuesto multas en España a las plataformas de porno, pero según reconoce Caballero “son sanciones escasas porque 300.000 euros para estas plataformas sinceramente son cosquillas”.
“Falta celeridad, consenso y voluntad política para proteger mejor a la sociedad y sobre todo a los menores, tomarse en serio también desde el punto de vista sancionador y de seguimiento hacia la industria en este caso la pornografía”, subrayan desde “Dale una vuelta”.
Hace 2 años que junto a Save The Children, la Fundación Anar, Unicef España y la Asociación Europea para la Transición Digital propusieron en junio de 2023 un Pacto de Estado para proteger a los menores en Internet y en las redes sociales al que luego se sumaron la Fiscalía General del Estado y la CNMC y otro centenar de organizaciones. 24 meses después y pese al amplio respaldo técnico y político aún no se ha traducido tampoco en una ley vinculante.
“Eran 15 medidas pues se puede decir que a día de hoy prácticamente ninguna ha sido resuelta. Vamos lentos, estamos de acuerdo en el qué pero no en el cómo y esto último es lo más difícil porque se trata de establecer las medidas concretas que adoptar para poderlas aplicar ”, lamenta Gutiérrez.
Grave preocupación social
El 94 por ciento de los españoles está a favor de poner restricciones al acceso a Internet por parte de los menores según refleja el estudio “Inseguridad en la red” publicado por el Centro de Investigaciones Científicas en febrero de 2024. Para más de un tercio de los encuestados el mayor riesgo es el acceso a la pornografía y la violencia.
Y según este informe, casi 4 de cada 10 españoles consideran que deben ser las páginas web las que restrinjan el acceso a menores con sistemas adecuados de verificación de la edad, el 35 por ciento apunta a los sistemas de control parental y casi el 8 por ciento ve en la educación para fomentar un uso responsable de Internet la mejor solución al problema.
Con respecto a quién debe establecer esas restricciones, casi 8 de cada 10 considera que deben ser los padres y madres, casi el 34 por ciento que debe hacerlo el Gobierno con leyes y solo un 13 por ciento apunta a los propietarios de las web.
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“El volumen de consumo es enorme y el impacto también por cómo les afecta a sus relaciones, es un tema de máxima, máxima importancia para las organizaciones y las familias” subraya Escorial.
Gema Figuera tiene un hijo de 17 años y trata de estar pendiente: “claro que me preocupa y además tengo la sensación de que mucho se escapa de mi control. Lo que hago es quitarle el móvil por la noche y, de vez en cuando, hacer un scroll para ver qué páginas ha consultado”. Admite que no es fácil hablar de pornografía con él porque “se siente más cohibido que yo, pero estoy segura de que ha visto porno porque ya he interceptado algún mensaje con stickers de alto voltaje y le he dicho que no me parecía bien”.
Mariela Rodríguez reconoce que nunca ha hablado de pornografía con su hijo que ahora tiene 26 años: “lo que sí veo es que incluso las series de chavales que incluyen escenas pornográficas y eso lo teneos todos los días y los padres les dejan a sus hijos que las vean. Si damos teléfonos a los 12 años que cabe esperar porque si a tu hijo no se le ocurre ver porno al de al lado puede que sí y por muchos controles que les pongan se los saltan. Entonces la culpa es de todos”.
Para María Rosa Ortega la clave es la educación, poner límites y hablar. Y también los expertos abogan por una adecuada educación afectivo-sexual desde edades tempranas para evitar que el porno se convierta en la escuela de los menores de edad.
“Es una cuestión que debe inclurse en el currículum educativo y que no debe ideologizarse porque el porno es un factor de riesgo enorme frente a la violencia. Se deben basar en la ciencia, la información, los derechos humanos y la igualdad. Sin embargo, muchas veces la política se cruza y otras veces tampoco es prioritario cuando sí que lo es. Parecen más importantes otras cuestiones en el currículum que ésta que estamos viendo que es de las más esenciales”.