El pasado 6 de abril arrancaba la campaña de la renta y el impuesto de patrimonio del ejercicio 2021 a través de internet y se extenderá hasta el próximo 30 de junio, según el calendario de la Agencia Tributaria. Los contribuyentes ya pueden solicitar su borrador -tras identificarse con Cl@ave PIN, número de referencia o certificado electrónico- y confirmarlo tanto a través del programa Renta Web como de la aplicación móvil de la Agencia Tributaria.

La presentación de declaraciones por teléfono comenzará el 5 de mayo y de manera presencial en oficinas el 1 de junio. El plazo finaliza el 30 de junio, salvo en el caso de liquidaciones a ingresar con domiciliación bancaria, que tendrán que estar entregadas el 27 de junio.

En esta campaña están obligados a presentar declaración los contribuyentes con rentas del trabajo superiores a 22.000 euros de un único pagador o 14.000 euros de más de uno -incluidos quienes hayan cobrado ayudas por encontrarse en ERTE-, quienes tengan ganancias patrimoniales de más de 1.600 euros y los perceptores del ingreso mínimo vital, entre otros supuestos.

Entre las novedades de la campaña figura un nuevo apartado específico para las criptomonedas, desde el que el contribuyente podrá cumplimentar una serie de casillas para la declaración de las ganancias, algo que ya era obligatorio, pero que ahora se consigna en una clave diferenciada.

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— COPE (@COPE) April 12, 2022

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El error en el modelo 130, utilizado por los autónomos

En el momento de presentar la declaración de la Renta es habitual que nos surjan ciertas dudas e, incluso, encontrarnos con algún error inesperado que no sabemos bien qué significa. Es el caso de un mensaje que hace referencia al código 'E00', que aparece con una notificación que dice: "En estos momentos su petición no puede ser atendida. Código de error: E00000000000A".

Se trata de un error en el modelo 130, el utilizado por los autónomos para la autoliquidación del IRPF, presentada de manera trimestral. Este error suele deberse al número de identificación fiscal de la persona que está haciendo la declaración, es decir, el NIF. Puede que simplemente esté mal introducido o que se esté utilizando uno que ya no está en el censo porque haya habido un cambio durante el año (antes tenía un NIE y ahora un NIF).

Por tanto, el declarante debe comprobar si el número que ha introducido es el adecuado o incluir el nuevo, en caso de que se haya producido un cambio en los últimos meses. Es muy importante asegurarse de que el NIF de nuestra declaración es correcto, ya que, de incumplir con la obligación de identificarse de manera correcta, podemos tener una multa que va desde los 100 hasta los 30.000 euros. Además, como ayuda, la Agencia Tributaria cuenta con un apartado para 'comprobar un NIF de terceros a efectos censales'.