Un epidemiólogo y un sociólogo defienden los efectos positivos del estado de alarma de hace cinco años: "Lo hemos sabido valorar"
Sefi García rememora junto a Óscar Zurriaga y Juan Carlos Revilla la declaración del complejo entramado de medidas y reflexionan sobre si se repetirían hoy si sufrimos una nueva pandemia

Sefi García explica qué hemos aprendido de la declaración del estado de alarma a causa del covid en España
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Hace cinco años, España vivió uno de los momentos más complejos de su historia reciente: el estado de alarma decretado a raíz de la pandemia de covid-19. En un contexto de incertidumbre, medidas drásticas fueron implementadas, desde el confinamiento estricto hasta la suspensión de actividades cotidianas. Ahora, tras un lustro de reflexiones y aprendizajes, un grupo de expertos rememora el impacto de aquellas medidas y reflexiona sobre si estaríamos preparados para repetir una situación similar.
Un balance de los efectos positivos de un periodo oscuro
Sefi García junta al sociólogo Juan Carlos Revilla y al epidemiólogo Óscar Zurriaga para compartir su visión sobre el estado de alarma. A pesar de los retos y dificultades, los expertos coincidieron en que existen aspectos positivos que surgieron de la crisis sanitaria.
García recuerda que, a pesar de las restricciones impuestas en marzo de 2020, muchas personas comenzaron a adoptar nuevas rutinas que hoy en día perduran. “El uso de la mascarilla y más relaciones virtuales, eso es lo que nos queda de aquellos meses complejos y duros”, explicó. La tecnología y la distancia social se convirtieron en herramientas vitales para mantener el contacto humano, especialmente en los primeros meses de confinamiento.
Por su parte, Juan Carlos Revilla destacó que el impacto de las medidas no fue tan negativo como se podría haber pensado en un principio. “Hemos visto que ha servido para salvar vidas y que la vida ha continuado, y ya prácticamente nos hemos olvidado de este periodo de nuestra vida”, afirmó. Para él, el periodo de confinamiento permitió reflexionar sobre el ritmo frenético de la sociedad actual y, aunque fue doloroso, también ofreció la oportunidad de valorar ciertos aspectos de la vida que antes pasaban desapercibidos.
las lecciones de un sistema sanitario cuestionado
Aunque los efectos positivos son innegables, no todo fue positivo en este proceso. Sefi García, consciente de los problemas generados por el encierro y las restricciones, subrayó que las consecuencias en la salud mental fueron devastadoras, sobre todo entre mujeres y jóvenes. “Cierto es que nuestra salud mental empeoró, creció la ansiedad, la depresión, y apareció el estrés postraumático”, señaló. La soledad y la incertidumbre provocaron un aumento considerable de los trastornos psicológicos.

Banco público sellado con cordón policial debido a la pandemia de coronavirus. Estado de alarma.
Por su parte, Óscar Zurriaga insistió en la importancia de las medidas adoptadas en su momento. “Las vidas humanas perdidas hubieran sido mayores, la difusión de la enfermedad hubiera sido mayor, pero en aquel momento yo no le veo muchas alternativas”, explicó, destacando que, aunque el sistema sanitario no estuvo exento de dificultades, las medidas fueron necesarias para contener el avance del virus.
Sin embargo, García también se mostró crítico con ciertos aspectos de la gestión sanitaria durante y después de la crisis. “El sistema sanitario no ha mejorado nada, ni tampoco la gestión a través del Consejo Interterritorial de Salud. A eso nos dice, hay que darle una vuelta importante”, concluyó.
¿Estaríamos preparados para repetir las medidas ante una nueva pandemia?
Ante la posibilidad de una nueva crisis sanitaria, los expertos consideran que sería necesario tomar medidas similares a las del pasado. Sin embargo, tanto él como García y Zurriaga insisten en que las lecciones aprendidas no pueden quedar en el olvido. Es necesario mejorar el sistema sanitario y la coordinación entre las autoridades para afrontar futuros desafíos de manera más eficaz.
Cinco años después, la sociedad española ha superado muchos de los traumas derivados de la pandemia, pero las reflexiones sobre qué funcionó y qué no, son fundamentales para la preparación ante un futuro incierto. Las preguntas siguen vigentes: ¿Estamos realmente preparados para una nueva pandemia? ¿Seríamos capaces de implementar de nuevo las medidas restrictivas que nos marcaron en 2020?