Las bandejas de plástico, esas donde depositamos nuestros objetos personales antes de pasar por los detectores, son los lugares donde habitan más virus en los aeropuertos. Al menos, en el de Helsinki. 

Esta es la conclusión del estudio que han realizado investigadores de la Universidad de Nottingham y el Instituto para la Salud y el Bienestar de Finlandia. Su trabajo, publicado en BMC Infectious Diseases y centrado en cómo se transmiten los virus respiratorios, determina que la mayor concentración de patógenos se encuentra en esos objetos.

En el invierno de 2016 y durante tres semanas, se analizaron 90 superficies distintas. Se tomaron muestras de varios lugares sospechoss de contener gérmenes como los pasamanos de las escaleras mecánicas o los botones del ascensor... pero descubrieron que las bandejas de los controles de seguridad representan el mayor riesgo de contaminación viral de todo el aeropuerto: cuatro de las ocho muestras tomadas en estos objetos de plástico dieron positivo.

También había patógenos en el aire, los mostradores de control de pasaportes, las pantallas táctiles, en las zonas de juego infantil. En los sanitarios de los baños, no se detectó ni un solo virus en todas las muestras que se llevaron a cabo (42 muestras tomadas en la tapa del retrete, el botón de la cadena y el cerrojo).

El profesor de la Universidad de Nottinghan, Jonathan Van Tram, manifestó que "este estudio demuestra la necesidad de una mayor conciencia pública de cómo se extienden los virus".

Además de sugerir que las bandejas deberían limpiarse con mayor frecuencia, el científico apunta que "los pasajeros pueden minimizar el contagio lavándose las manos y tosiendo en un pañuelo o en su manga en todo momento, pero sobre todo en lugares públicos".