Entre tres y cinco kilos de media. Eso es lo que se suele engordar en Navidad. Los 17 días no laborales y las múltiples celebraciones tienen "la culpa"

Expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) alertan de que una sola comida de Navidad nos podría aportar entre 2000 y 2500 kilocalorías, el equivalente a dos días de dieta normal, cuando lo ideal es que no sobrepase el 30 por ciento de la ingesta calórica diaria, es decir entre 450 y 750 kilocalorías en función del sexo, el peso, la edad y actividad física de la persona.

Los expertos aconsejan hacer caso al refrán 'más vale prevenir que curar' y planificar minuciosamente los menús de los días señalados, optando por platos menos calóricos, ligeros y digeribles, calculando las cantidades según el número de comensales, para evitar así tirar de las sobras en los días posteriores.

Los especialistas avisan de que conviene tomar medidas oportunas "¡desde ya!". El primer paso es hacer la compra de manera adecuada, ceñirse al menú predeterminado y al número de comensales para, así, evitar comer de más esos días, al igual que los posteriores.

Cómo diseñar un menú de Navidad sano

Los nutricionistas del IMEO aconsejan sustituir comidas ricas en grasas y azúcares por otras a base de verduras y hortalizas (es preferible su consumo en crudo porque favorece la asimilación de vitaminas), y  restringir alimentos que aportan calorías vacías, como refrescos, dulces, 'snacks', golosinas y alcohol.

En el día de la celebración hay que sentarse en la mesa sin hambre y, por ello, en lugar de ayunar o 'aguantar hasta la comida', los expertos sostienen que es mejor hacer muchas tomas pequeñas y ligeras a lo largo del día. Asimismo, comer despacio, saborear cada plato y disfrutar no sólo de la comida, sino también de lo que la rodea, son otros de los consejos.

Una vez concluida la comida, hay que retirar todas las sobras de la mesa, incluida la bandeja de dulces típicos, pero calóricos e indigestos. De esta forma, se evitará seguir picoteando. "Para poner fin de la celebración, podremos proponer a nuestros invitados actividades que ayudan a hacer mejor la digestión: paseo, baile o juegos que implican movimiento, como concurso de mímica, por ejemplo", han señalado