Los festivales de música incrementaron el número de contagios de Cataluña. El Govern catalán ha confirmado que 2.279 personas que asistieron a los festivales de música Vida, Canet Rock y Cruïlla celebrados a lo largo del mes de julio en Cataluña han dado positivo en coronavirus. Estos son 842 contagios más de lo que esperaban las autoridades sanitarias, casi un 60 por ciento más de lo esperado.

No obstante, y a pesar de las cifras que se han aportado desde el Govern, la incidencia acumulada se situaba el pasado martes por encima de los 700 casos por 100.000 habitantes que sumado al número de contagios, ha obligado a la Generalitat a tomar nuevas medidas de contención para frenar el avance del virus, entre las que se incluye el toque de queda en municipios con más incidencia.

Ya desde el principio, la decisión de llevar adelante estos festivales fue muy polémica, ya que la quinta ola estaba al alza y la incidencia comenzaba a estar disparada. Si bien es cierto que estos festivales exigían un test de antígenos negativos a la entrada y el uso obligatorio de la mascarilla durante el evento, no han parecido ser medias efectivas para frenar la expansión del virus en la autonomía.

¿Eventos masivos durante la pandemia?

Ha sido una de las decisiones más polémicas. Ha habido quienes se han mostrado en contra, alegando que en medio de una pandemia no es adecuado ni oportuno celebrar eventos masivos, donde hay grandes aglomeraciones de personas y se facilita la expansión del virus. Otros, por su parte, consideraban que era necesario adaptarse a la 'nueva normalidad' bañada por el virus, que pasaba por la vuelta a las rutinas habituales. Es por ello que han sido varias comunidades, entre las que consta Galicia, las que apostaron por realizar pruebas piloto para la reapertura del ocio nocturno.

Uno de los primeros eventos multitudinarios en España en época de covid-19 en España fue el concierto de Raphael en Madrid a mediados de diciembre del año pasado, que reunió a 4.368 personas en el WiZink Center, con un aforo total del 25 por ciento y en torno a 3.000 entradas vendidas para el día siguiente.

Tampoco podemos olvidar el concierto de Love of Lesbian en Barcelona a finales de marzo, cuando el grupo que deleitó a un total de 5.000 personas con mascarilla. Con la luz verde del PROCICAT y un equipo médico supervisando el operativo, el evento se celebró sin incidencias y después de someter a todos los asistentes a un test de antígenos, lo que permitió convertir el Palau Sant Jordi en una 'súperburbuja'.

Tan solo un mes después y después del fin del estado de alarma, los toros volvieron a Las Ventas tras 448 días cerrada a cal y canto, y congregaron a un total de 2.000 madrileños.

Antes de los festivales de verano, el Wanda Metropolitano acogió a 15.000 aficionados a principios del mes de junio para el partido amistoso de la Eurocopa. Un evento masivo que no tuvo consecuencias reseñables.

En cualquier caso, todo hace indicar que los eventos masivos seguirán celebrándose bajo nuevas medidas de contención que permitan a los ciudadanos vivir en esta 'nueva normalidad' sin poner en peligro la salud de los españoles. Por ahora no son más que meras conjeturas pero es cuestión de tiempo que el Gobierno adopte una decisión final al respecto y, especialmente, restricciones concretas para traer los eventos multitudinarios de vuelta sin que suponga un trampolín para una nueva ola de la pandemia.