La pandemia del coronavirus afecta de forma profunda en la economía de muchas familias. Desde que se decretó el estado de alarma los abogados de familia reciben muchas consultas, casi una avalancha, sobre los problemas que tienen ahora muchos padres divorciados para abonar la pensión de alimentos de sus hijos, decretada en una sentencia. Son muchos los progenitores que no pueden pagar las cantidades estipuladas. Los ERTEs, los EREs, las reducciones de sueldo, o la falta de ingresos lo hacen imposible. Y son muchos los que intentan o intentarán reducir esa pensión. No les va a quedar otro remedio.

Lo más práctico es llegar a un acuerdo entre las partes antes de acudir a la Justicia, dice a COPE Mariló Lozano, presidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAF). “Es un acto de responsabilidad intentar consensuar todas estas cuestiones, tanto por las partes afectadas por la cuestión económica como por la de los abogados”, señala Lozano. El ritmo de la Justicia no es muy rápido, se sabe, y el parón del coronavirus y el aluvión de casos que puedan llegar a los juzgados no van a dar una pronta solución, aunque el decreto de Justicia aprobado estos días da preferencia a la tramitación de estos asuntos de familia, recuerda la letrada. Tanto en materia de pensiones como en el régimen de visitas y custodia. Insiste en que con un acuerdo todo es mejor.

La pensión de alimentos no sólo es la pensión mensual. Hay muchos gastos extras, bien sean actividades extraescolares u otras necesidades. En algunos casos los progenitores los comparten al cincuenta por ciento, pero en otros casos uno de ellos lo tiene que pagar todo. Incluso se dan casos, dice Mariló Lozano, en los que muchos padres se plantean el cambio de colegio de los hijos porque no los pueden afrontar. Todo tendrá que adecuarse a las situaciones reales.

En lo que respecta a la custodia o al régimen de visitas en muchos casos no se han podido cumplir. Al comienzo del estado de alarma el Consejo General del Poder Judicial dejó en manos de cada juez la decisión y cada juzgado de familia ha dictado una serie de normas. Pero en casos de familia siempre prima lo que decidan los padres de mutuo acuerdo. Pasado el estado de alarma el juez decidirá cómo se tiene que compensar al progenitor que no haya podido disfrutar de sus hijos. En tiempos del coronavirus muchas cosas se tienen que hacer por fuerza mayor.