600.000 menores sin ayuda alimentaria cuando termina el curso
Un millón de menores vulnerables no tienen beca de comedor

600.000 menores sin ayuda alimentaria cuando termina el curso
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600.000 menores se quedan sin ayuda alimentaria en España cuando termina el curso escolar y solo 300.000 mantienen ese apoyo al menos en parte durante el verano. Para todos ellos, las organizaciones de infancia piden medidas que garanticen una alimentación saludable todo el año además de oportunidades para socializar en julio y agosto que la mayoría no tiene.
Recuerdan que cerca de un millón y medio de niños y adolescentes en situación de pobreza carecen de becas de comedor también durante el año escolar por falta de presupuesto o por trámites administrativos que las hacen inaccesibles y por criterios que no se adaptan a la situación de las familias vulnerables.
Cuando acaba el curso escolar, los quebraderos de cabeza para cuadrar el presupuesto familiar se multiplican para Catherine con hijas de 13, 8 y 4 años: “en verano me supone un estrés que mis tres hijas estén en casa porque es un gasto mayor el que tengo porque son niñas y piden y no saben si tengo o no tengo dinero. Tengo que hacer todo tipo de encajes para que estén cómodas en casa ya que no tengo plan de llevarlas a ningún sitio de vacaciones ni nada”.
Solo el 36,2 por ciento de los 900.000 niños con una beca de comedor en España realizan en verano actividades que aseguran su alimentación, según un informe de la ONG Educo. El problema para los demás es claramente económico. Y es que casi la mitad de hogares con pocos recursos que no participan en colonias o campamentos de verano esgrimen que si no van es por no poder pagarlas. Otro el 18 por ciento van solo por la mañana y no se quedan a comer.
María Rosa tiene un niño de 9 años y ha logrado una plaza para un campamento este verano: “ya no es por tranquilidad de las madres ni nada, es que esos niños cuando están en casa se pasan el día con los móviles o las consolas o en la calle y en la calle no hay nada bueno. En cambio en el centro, hacen actividades y se relacionan con otros niños y es mucho mejor para ellos”.
Ayuda no solo alimentaria sino también relacional
Para la directora general de Educo, Pilar Orenes, todos los menores en situación de pobreza y exclusión social tienen que tener de derecho a acceder a actividades de ocio en las que se puedan quedar a comer, tanto porque allí se les asegura la comida del mediodía como por motivos relacionales.
“Cuando van a colonias, campamentos o similares, disfrutan de las vacaciones mientras siguen aprendiendo a través del juego, del ocio, del deporte, y del contacto con amigos y amigas. Tienen oportunidades de diversión, aprendizaje y desarrollo integral. Y todo ello mientras están cuidados y acompañados de personas adultas. Sin eso, muchos se quedan solos en casa, sin supervisión y a menudo enganchados a las pantallas, porque sus padres y madres trabajan y no tienen ni ayuda familiar ni dinero para pagar a alguien que les cuide”, señala Orenes.
Desde Educo lo que proponen es que haya una garantía de continuidad en las becas de comedor durante el verano incluyendo la alimentación en actividades de ocio educativo accesibles e inclusivas. Piden tanto mejorar los datos y la información disponible sobre estos menores vulnerables y sus familias como el diseño de políticas públicas para revertir la solución y cumplir así con el Plan estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea que busca prevenir y combatir la pobreza infantil.
En juego está el desarrollo integral de estos niños que mayoritariamente tampoco se van de vacaciones y, para ello, es necesario generar entornos también durante los 80 días del verano para que estén seguros, cuidados, acompañados y entretenidos además de acceder a una alimentación saludable.
Para Rocío el que su hija Gabriela de 15 años, que cuenta con una beca de comedor durante el curso escolar, pueda ir a un campamento en verano le da mucha tranquilidad: “sobre todo por las comidas, saber que puede tomar fruta y que hay variedad. Una vez que se acaba el campamento su alimentación ya no es igual”.
Y todo porque en España más de 550.000 niños, niñas y adolescentes – el 6,9% - no pueden comer carne, pollo, pescado o su equivalente en proteína vegetal cada dos días, según recoge la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Es los últimos 20 años, este número se ha multiplicado por cuatro.
Laura Luna es la directora de la Escuela Instituto Gornal en L'Hospitalet de Llobregat y lamenta lo que ocurre cuando termina el curso con los niños y adolescentes sin recursos: “para nosotros cuando empieza la época de verano realmente es una época dura porque las plazas que hay son muy pocas y no llegan realmente a todos los alumnos vulnerables. A mí personalmente se me hace muy duro pensar qué pasará con estas familias y con estos hijos si estarán bien alimentados o no”.
La tasa de pobreza infantil en España es la más alta de la Unión Europea, con 2,3 millones de niños y adolescentes en esta situación. “La pobreza infantil en España está estancada en los últimos 10 años, los datos no han mejorado. Necesitamos multiplicar los esfuerzos”, pide Orenes.



