Con frutas, especias, con mayor o menor cantidad de alcohol... sea como sea, el hidromiel ha tenido gran fuerza a lo largo de toda la historia, especialmente en la cultura nórdica, e independientemente de que cada cultura le haya dado su toque propio. Podría decirse que, históricamente, se postula como una de las bebidas más antiguas y casi siempre se la relaciona con la época vikinga y la mitología nórdica. De hecho, hay expertos e historiadores que apuntan al hidromiel como la primera bebida alcohólica fermentada consumida por los humanos.

Tanto es así que sería interesante dar un paso atrás para recordar precisamente a los vikingos, que con un cuerno en mano alzaban sus bebidas para celebrar acontecimientos importantes.

Lo cierto es que, en primer lugar, es necesario hablar del dios nórdico Odín. Según esta mitología, era reconocido por todos los vikingos por ser el dios de la guerra, la sabiduría e incluso la muerte, por no hablar de ser el gobernante de Asgar donde, según la mitología nórdica, estaba el Valhalla: el salón de todos aquellos caídos en batalla y donde tan solo podían acceder los elegidos por el propio Odín.

Lo cierto es que su figura era fundamental e incluso los pueblos germánicos sentían especial admiración por su figura. Tanto incluso que decidieron denominarle como Wotan o Woden, que podría haber dado origen a la palabra inglesa 'wednesday' o miércoles, día en el que los vikingos festejaban con esta bebida. En cualquier caso, se trataba también de una bebida consumida por griegos e incluso romanos, pero los vikingos son los más populares.

Así es el hidromiel, la bebida con la que festejaban los vikingos

Es necesario matizar, eso sí, que se trata de una "cerveza vikinga" que predominaba dentro de la cultura. Además, parece ser (o así lo hacen saber algunos expertos), que los guerreros vikingos la consumían con cornezuelo o centeno, una serie de plantas alucinógenas, lo cual les producía cierto ardor y les servía en las luchas, por no hablar de las carcajadas exageradas.

A diferencia de otras bebidas alcohólicas fermentadas, el hidromiel se consigue fermentando la miel, después de haberse mezclado con agua. Si bien es cierto que el proceso de fermentación es similar al de la cerveza o el vino, en este caso predominan las levaduras que utilizan el azúcar que está presente en la miel para poder fabricar el alcohol. Realmente el proceso es bastante similar al de la cerveza y tan solo es necesario el uso de agua, miel y levadura.

La pérdida de popularidad de el hidromiel se debió a la importancia que adquirieron las vides en algunas partes de Europa, que desplazó esta bebida a las zonas más al norte y donde el clima no permitía correctamente la fabricación.