El documento secreto de España por el que se muere Marruecos: podría ver la luz por la Ley de Información clasificada
Se podrían confirmar elementos que han permanecido ocultos durante mucho tiempo, como concesiones implícitas, la mediación estadounidense o las dudas de la cúpula militar española
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es recibido por el Rey de Marruecos, Mohamed VI
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El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado un paso histórico al aprobar el Proyecto de Ley de Información Clasificada, que sustituirá a la Ley de Secretos Oficiales de 1968, una norma heredada del franquismo que durante más de medio siglo ha mantenido bajo llave episodios cruciales de la historia reciente de España. La iniciativa, que fija un límite de 45 años para desclasificar automáticamente documentos considerados de alto secreto, abre una ventana a capítulos oscuros del pasado, en especial a los que rodearon la Marcha Verde y la salida del Sáhara Occidental.
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El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha explicado que la nueva legislación establece una revisión periódica de los archivos y que investigadores, periodistas e historiadores podrán solicitar acceso a estos materiales una vez superados los plazos. Según fuentes gubernamentales, se trata de una medida que sitúa a España en los estándares europeos y que responde a exigencias reiteradas de la Comisión Europea.
Más allá de nuestras fronteras, la noticia ha provocado un notable revuelo en Marruecos, donde medios cercanos al régimen de Mohamed VI han seguido con expectación el anuncio, convencidos de que entre los papeles clasificados pueden hallarse claves diplomáticas que apuntalen sus aspiraciones sobre el Sáhara.
Hotel restaurante Bahía, Dakhla, Sahara Occidental, administrado por Marruecos
La clave del Sáhara
La ley, que según COPE fija plazos de 45 años para el alto secreto y de 35 años para la categoría de secreto, permitirá acceder a documentos que superan esas fechas y que afectan de lleno a la política exterior española durante la agonía de Franco y los primeros pasos de la Transición democrática.
Entre ellos destacan los que detallan la precipitada retirada de España del Sáhara Occidental, en noviembre de 1975, y la firma del Acuerdo Tripartito de Madrid, por el que el territorio pasó a ser gestionado por Marruecos y Mauritania. La manera en la que se fraguó aquel pacto, las dudas de la cúpula militar española, el papel de Estados Unidos y la respuesta de Juan Carlos I en sus primeras horas como jefe de Estado son asuntos que permanecen bajo secreto oficial.
Marruecos lleva décadas esperando esta apertura de archivos. Cualquier documento que contenga un reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre el Sáhara tendría un valor simbólico y diplomático enorme. Por el contrario, si esos papeles reflejan reticencias o compromisos incumplidos, podrían avivar tensiones entre Madrid y Rabat. Una mirada incómoda al pasado
El acceso a estos archivos no será inmediato. El propio Bolaños advirtió que la documentación es ingente y que la desclasificación será gradual, priorizando la relativa a violaciones de derechos humanos. Esto implica que algunos papeles clave, como los relativos a la Marcha Verde, podrían tardar en llegar a las manos de los investigadores.
Un billete de 100 dirhams de 1991 en conmemoración de la Marcha Verde
El reto no solo es político, también técnico. Los documentos deben ser organizados, indexados y transferidos a los archivos públicos antes de ser consultables. De lo contrario, la transparencia quedaría reducida a un mero gesto. Como apuntan los expertos, “los investigadores no pueden exigir lo que desconocen”, lo que obliga al Estado a elaborar un catálogo público claro y accesible.
Mientras tanto, en Marruecos el ambiente es de expectativa. Los medios cercanos al Palacio Real interpretan la reforma como una oportunidad para acceder a información reservada durante décadas. En ese contexto, los planes de Mohamed VI sobre la región encajan con el apoyo obtenido de potencias como Estados Unidos, que bajo la presidencia de Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
La nueva legislación española, explicada en detalle en este análisis de COPE, establece cuatro categorías de clasificación —alto secreto, secreto, confidencial y restringido— y crea una Autoridad Nacional para la Protección de la Información Clasificada. Con ella, España abandona definitivamente la sombra de una normativa preconstitucional que, como recuerda COPE, había sido utilizada incluso en casos recientes como el del ingreso en España del líder del Frente Polisario.