“Fue un proyecto que nos presentó hace dos años el doctor Luís Domínguez, director del Instituto del sueño de la clínica Ruber ya que pensaba que las personas con narcolepsia desprendían un olor diferente”, ha explicado Jonathan Vilariño, cabo de la Guardia Civil.
Desde que se presentó hace dos meses el estudio “se han dicriminado varios casos”. “Mediante la presentación de gasas estériles impregnadas en olor de personas con esa enfermedad los perros fueron capaces de ir discriminado los olores hasta ser capaces de dar resultados muy positivos”, ha explicado.
Por el momento el olfato de Coca y Cun se utiliza como una “prueba diagnostica mas para corroborar o descartar que una persona padezca la enfermedad”. No hay que olvidar que para un diagnostico certero de esta enfermedad pueden pasar entre 10 y 15 años.
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