Manuel Ferrer, investigador del CSIC, dice que en este estudio se ha llegado a la conclusión de que hay un vínculo entre la actividad metaqbólicas de las bacterias intestinales con el índice de masa corporal, la glucemia y la resistencia a la insulina. Además, existen otros factores como la edad, el origen geográfico o el desarrollo de la obesidad modifica la flora intestinal, haciendo que las enzimas sean más activas. Este trabajo ha sentado las bases para futuras investigaciones para que se puedan realizar dietas personalizadas en funcion de los perfiles de la actividad intestinal.