La parte negativa es que han aumentado las muertes por violencia machista, 7, el mismo número que los muertos por robo. La violencia familiar ha dejado 6 muertos al igual que las reyertas. Los ajustes de cuentas han causado tres crímenes y la violencia juvenil dos. Del total de los 32 asesinatos 23 están resueltos y en nueve casos no se han conseguido identificar al autor. En 21 de los homicidios las víctimas eran españolas y 11 fueron extranjeras.

Para el triste recuerdo de este 2019 quedarán, por ejemplo, el crimen de Leandro, el descuartizador de Valdemoro, que el pasado mes de Octubre asesinaba y descuartizaba a Belén, una joven de 18 años, hija de Guardia Civil, en un piso de esta localidad. Todo, porque se rió de su acento; o la matanza de Aranjuez el pasado mes de junio, cuando Juanín, mató a dos de sus cuñadas porque la hermana de las fallecidas se había separado de él. Tampoco nos vamos a olvidar de la muerte de Francisco en el Pozo del Tío Raimundo a manos del Chule, miembros del Clan de Los Visita y que tiñó de protestas y de disturbios durante el mes de Marzo esta zona de Vallecas.

Por no hablar del joven de 26 años detenido en por matar, descuartizar y comerse parte del cuerpo de su madre, Soledad, de 66, por un brote de esquizofrenia. Guardaba incluso restos de ellas en tuppers. Sucedió en el calle Francisco Navacerrado, distrito de Salamanca, el pasado mes de Febrero. También Febrero nos dejó otro hallazgo brutal. El de los restos de Daría, una joven rusa, adoptada por una familia española y que desapareció en 2017. Su cuerpo descuartizado apareció en el piso de ex su pareja, Manuel, en un congelador de su casa de Alcalá de Henares.

Y el crimen que seguro va a seguir dando que hablar en 2020 es el de Miriam, la joven hallada muerta con más de 90 puñaladas en un paraje de Meco. La Policía detuvo a Sergio, compañero de piso y novio de una amiga de Miriam, pero le ha puesto en libertad hace unos días por falta de pruebas contundentes.