La Comunidad de Madrid no plantea, de momento, imponer más restricciones al sector de la hostelería y la restauración, pese al aumento de casos en la región y de que la mayor transmisión se está produciendo en espacios cerrados, como en domicilios y en estos locales.

Ante el aumento de contagios, muchas comunidades autónomas han endurecido las medidas para este sector, llegando a decretar su cierre total como en el caso de Extremadura, o adelantando la hora del cierre a media tarde como en Andalucía o en la Comunidad Valenciana.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha señalado este viernes en rueda de prensa que en Madrid "no se ha hecho el planteamiento de acortar el periodo" para que la hostelería esté abierta, pero sí se han tomado medidas de "carácter selectivo" como "suspensiones cautelares" e inspecciones donde se han producido brotes.

Ha asegurado que en los establecimientos que son lugares "seguros no hay que establecer otro tipo de restricción más de las que ya tenemos" pero, en todo caso, ha adelantado que se reunirá con el sector para profundizar en el cumplimiento de las medidas en vigor.

También ha participado en la rueda de prensa la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, que ha especificado que en los últimos días se están produciendo "transmisiones en espacios cerrados, en domicilios pero también en hostelería y restauración".

La mitad de los últimos 40 brotes en hostelería, es decir, alrededor de una veintena, se han producido en los últimos 10 días, ha detallado Andradas, lo que supone 130 nuevos casos de covid-19 y unos 300 contactos estrechos en seguimiento, que podrían sumar más ya que "son brotes activos".

Ha señalado que se sigue, por ello, "incoando" expedientes y sanciones, y en algunos casos también cierres cautelares de establecimientos "que se van a seguir realizando", ha advertido.

Al respecto, ha señalado que en las últimas semanas los inspectores han detectado que entorno a un 31 o 39 por ciento de los incumplimientos son por motivos de aforo, y el 25 por ciento por problemas de higiene, limpieza y desinfección.

En todo caso, ha precisado que la labor inspectora es "fundamentalmente educativa", por lo que la mayor parte de las veces (un 65 por ciento de los casos) se corrige inmediatamente, pero en un 20 por ciento se proponen sanciones y expedientes, cuya tramitación "está en marcha".

Por todo ello, ha insistido en la necesidad de utilizar la mascarilla "siempre" y solo retirársela "en el acto de consumir o beber".