Hay personas para las que interpretar un mapa es como intentar resolver un sudoku sin solución, o que no sabe distinguir el norte del sur ni con brújula. Pero otros, en cambio, les dejas en mitad del campo y son capaces de llegar hasta la luna. Es el caso de una familia de Alcorcón, la familia Monseco López, que hace tres años empezó a practicar las carreras de orientación y ha quedado en los primeros puestos tanto en la Liga de Madrid como en el Circuito de la Comunidad.

Laura y Roberto se han convertido en unos expertos y han transmitido esta pasión a sus hijas, Sara e Irene. Según nos cuenta Laura, “son muchos niños los que participan y yo veo que les ha servido para ser más autónomos y responsables porque se acostumbran a tomar sus propias decisiones”.

Lo que más le gusta a ambos de estas carreras, que son originarias de Escandinavia pero cada vez tienen más adeptos en la Comunidad de Madrid, es que se ha convertido en su deporte ideal. Están en contacto con la naturaleza, se mantienen en forma y lo practican en familia: “Además, cuando terminamos cada carrera, nos juntamos todos a analizar y compartir lo que hemos hecho. Y cuando alguien hace algo mal, recibe el apoyo de los demás”, explica Laura.

Todas las carreras se hacen en el monte madrileño, siendo los parajes más empleados la Casa de Campo, El Pardo, Buitrago de Lozoya, Cenicientos y El Escorial. Lo único que puedes utilizar es una brújula: “te dan un mapa con el recorrido que tienes que hacer pero no lo puedes ver antes, sólo cuando pitan la salida”, nos explica Roberto. “Tienes que pasar por 10 o 15 puntos, que tienes que recorrer por orden y, como en cualquier carrera, el que llega a la meta antes, es el que gana”.