Es una máquina blanca y gris de unos tres metros de alto y tres de largo. Tiene unas placas que, a través de un mecanismo giratorio, van dando vueltas alrededor de una camilla colocada en medio, donde se tumba el paciente boca arriba. Está situada en una amplia habitación que tiene unos led que van cambiando de colores y en el techo hay un bosque pintado: Todo ello crea un ambiente de relax absoluto.

Ahí ha asistido Enrique Ruiz, que es el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, para ver cómo funcionan estas máquinas. Ahí, los doctores, enfermeras y especialistas le han mostrado el funcionamiento del acelerador lineal, dónde se analizan todos los resultados y cómo lo hacen.

Enrique Ruiz también ha mencionado que la donación de todo ese dinero por parte de la Fundación Amancio Ortega es digno de mención y de elogio y que este no es el único acelerador que va a poner en marcha la Comunidad de Madrid.

“Estos 46 millones y medio de euros han servido para incorporar trece aceleradores lineales, cuatro de altas prestaciones, ocho de prestaciones especiales y un acelerador lineal de resonancia que va a ser el primero instalado en toda Europa”.

Gracias a estos aceleradores, los pacientes que tengan que recibir radioterapia estarán menos expuestos a la radiación, ya que estos aparatos se centran en el tumor y no afectan tanto a las zonas de alrededor. Además, es más rápido, como ha contado la doctora Blanca Ludeña, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Fuenlabrada.

“El paciente va a tener mucho más comfort. Necesita venir menos veces al hospital y tratamientos que antes tardaban quince minutos, ahora se reducen a cuatro o cinco”.

Buenas noticias para los pacientes de toda la comunidad y buenas noticias también para los fuenlabreños, porque el Centro de Salud del Vivero, según el consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, se comenzará a construir a mediados de 2020 con una inversión de 5 millones de euros.