Vacunación y tercera ola

La primera semana de vacunación en España ha dejado un resultado muy diferente según cada Comunidad Autónoma. En algunas los retrasos son evidentes, en otras parece que el ritmo ha sido relativamente bueno. En cualquier caso, la vacunación avanza de forma descoordinada y a una velocidad mucho menos intensa de que la sería posible y conveniente. Algunos expertos han reclamado ya acelerar el proceso.

Esta situación contrasta con los discursos y los actos de propaganda triunfalistas que en los últimos tiempos ha protagonizado el Gobierno. La vacunación es solo el comienzo de un largo camino de lucha contra la pandemia. Es necesario hacer frente a los imprevistos. Haría falta una gestión auténticamente coordinada, pero el Ejecutivo sigue sin querer asumir responsabilidades. En esta circunstancia, la designación de Salvador Illa como candidato a las elecciones autonómicas de Cataluña es un síntoma de que Sánchez está más a atender a sus necesidades partidistas que a las necesidades sanitarias del momento.

Todo los indicios apuntan que el mes de diciembre ha favorecido el desarrollo de una tercera ola, propiciada por la celebración de las fiestas y por la fatiga pandémica. El estado de alarma de gestión descentralizada no facilita un mensaje claro y rotundo a la población.