La feria más importante del sector turístico en España, FITUR, se ha inaugurado esta mañana con la presencia de los Reyes de España, que han tenido que entrar al recinto por un lateral ante la imposibilidad de acceder por la puerta principal por el bloqueo de los taxistas. A lo largo del día se han sucedido una serie de lamentables actos de violencia, como el corte de la M-40, que empañan la imagen pública y deslegitiman las reivindicaciones de un sector que presta un destacado servicio a la sociedad. Nadie puede tomarse la justicia por su mano ni condicionar sus reivindicaciones a base de colapsar las ciudades, impedir el libre movimiento de las personas y generar un problema de orden público.

El conflicto entre los taxistas y los Vehículos de Transporte con Conductor, que ya lleva demasiado tiempo sobre la mesa, se ha agudizado por la inhibición del Gobierno. La pasividad del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, expresa o una nula voluntad política a la hora de proponer soluciones al conflicto o una incapacidad para hacer compatibles los derechos de los taxistas y los de los nuevos modelos de VTC.

Desentenderse del problema y pasar la pelota de un conflicto nacional a las Comunidades Autónomas, refleja un gobierno limitado que debiera preocuparse más por los ciudadanos y no tanto por su permanencia en el poder.