Primer anuncio

La Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida ha organizado este fin de semana en Madrid un Encuentro sobre el “Primer anuncio” que, con el lema “Pueblo de Dios unido en la Misión”, ha reunido en Madrid a más de 700 participantes; un Encuentro que ha sido herencia directa del Congreso de Laicos “Pueblo de Dios en salida”, celebrado hace ahora 4 años, y que ha servido para analizar el camino recorrido hasta aquí y tomar conciencia de que lo sembrado permanece vivo y late en muchas comunidades, parroquias y diócesis de toda España.

Los tiempos recios que vivimos, también de secularización, incluso de secularización interna dentro de la Iglesia, no son motivo para desfallecer. El hecho de que mucha gente vive como si Dios no existiera, es un acicate para ese anuncio que muestra la novedad de vida que Cristo dona a quienes le acogen y le siguen dentro de su Iglesia.

Como ha dicho el Cardenal Omella, animando expresamente a los laicos, cualquier cristiano está llamado a la misión, tenga la forma que tenga, conscientes de que el anuncio del Evangelio nos lo hicieron a todos los bautizados el mismo día de nuestro Bautismo. El primer anuncio no es dar una lección, sino sacudir el corazón. Como afirmaba san Pablo VI, nuestro tiempo atiende mejor a los testigos que a los maestros, y si atiende a los maestros es porque son testigos.

Es tiempo de remar mar adentro, de no tener miedo, de apasionarse con la misión que los laicos, en cuanto tales tienen encomendada, participando en la vida de la Iglesia, donde a pesar de las arrugas del pecado se sigue custodiando ese gran tesoro, universal, para todo tiempo y cultura, que es el Evangelio, llamado a hacerse carne en cada tiempo y lugar.