Mientras el asedio del régimen chavista a los opositores y al parlamento continúa, y se intensifica la represión y la vulneración sistemática de los Derechos Humanos, según acaba de hacer público un nuevo informe de “Amnistía Internacional”, el pueblo de Venezuela sigue clamanado por una salida rápida que le permita vivir con dignidad en un régimen democrático. La Iglesia católica en Venezuela también está intensificando su presencia en diversos foros internacionales con una llamada urgente al fin de la represión y al incio de un tiempo nuevo basado en el espíritu de perdón y reconciliación.

El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, está visitando diversas capitales de Europa para explicar cuál es la situación. El gobierno de Maduro, señala, solo se mantiene por el apoyo de una camarilla militar que no está facilitando las cosas. Y en este sentido el cardenal Porras ha insistido en que en Venezuela “no estamos ante un Gobierno de izquierdas” al que se opone un movimiento social de derechas, como creen algunos en Europa. Tiene un lenguaje que está muy cercano a Cuba y al marxismo, pero se ha convertido en un Gobierno populista que los analistas han calificado de facineroso por sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo. Esto da a la situación venezolana un carácter que va más allá de ser un problema interno, según el cardenal Porras, que denuncia que Venezuela es hoy sede de células de Hizbolá, del ISIS, y de grupos terroristas colombianos.