Línea editorial: "El Papa de la encarnación"
En el pensamiento de Benedicto XVI la Iglesia no es una forma política, es la continuidad de la presencia de Cristo en la historia

Línea editorial: "El Papa de la encarnación"
Madrid - Publicado el
1 min lectura
Tras el funeral por el papa Benedicto, se suceden los comentarios que elogian su estilo, su humanidad dulce y bondadosa. Todo esto es importante. Ratzinger supo, a pesar de su timidez, ganarse la estima y el cariño de millones de hombres. Pero, quien gobernó la Iglesia durante ocho años, de 2005 a 2013, también debe ser recordado como un Papa que percibió cuál es la esencia del cristianismo y su misión en el mundo contemporáneo.
En el pensamiento de Benedicto XVI la Iglesia no es una forma política, es la continuidad de la presencia de Cristo en la historia. Por eso no puede ni reducirse ni identificarse con una religión civil o con un dique contra el mal para mantener el mundo en orden. Su misión es evangelizadora, es decir, debe mostrar a Cristo y preguntarse por la verdad que Cristo manifiesta.
Para responder a la aspiración profunda de la modernidad, Benedicto repropuso el acontecimiento de la encarnación, Cristo que viene. Por ello, como teólogo y como Papa, luchó contra interpretaciones que vacían el mensaje cristiano, que impiden que el Verbo se haga "carne". Es el legado que entrega a la Iglesia y al pensamiento católico.
“He visto y sigo viendo cómo la razonabilidad de la fe ha emergido y emerge nuevamente -señala en su testamento espiritual- Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida; y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo”.