Línea Editorial: "Un nuevo despropósito legislativo"
"A la familia se pertenece y en la familia se educan vínculos de identidad y se fomentan deberes participativos y de compromiso"

"La ministra Belarra ha conseguido con el beneplácito del Presidente Sánchez consagrar un nuevo despropósito"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El anteproyecto de ley de familias ha pasado el filtro del consejo de ministros. La ministra Belarra ha conseguido, con el beneplácito del Presidente Sánchez, consagrar un nuevo despropósito. Bajo el paraguas de la diversidad y la inclusión solo se atienden identidades particulares y minoritarias, mientras de manera interesada se olvidan los derechos más elementales de los ciudadanos comunes.
Esto es lo que en realidad hace la ley al convertir 11 situaciones particulares en objeto de protección. La familia, lejos de ser reconocida como un sujeto social fuerte, creativo y con capacidad de cohesionar la vida social, es vista como un agregado de intereses individuales y particulares. Desde esta perspectiva, la familia es vista como consumidora de servicios públicos y transferencias económicas. Y no solo eso, sino que se difumina su naturaleza, convirtiendo la convivencia entre muchos, con independencia de los vínculos y los compromisos, en una realidad familiar.
A la familia se pertenece y en la familia se educan vínculos de identidad y se fomentan deberes participativos y de compromiso. La Ley Belarra diluye intencionadamente la naturaleza de la unidad familiar. El anteproyecto puede sufrir cambios, pero difícilmente cambiará ya su estructura y su intención de fondo.



